
Un problema habitual que interpela a la sociedad salteña -como a otras tantas de nuestro país- es la que implica las largas horas de espera en la emergencia del Hospital. Hace algunos días se tomaron medidas a modo de lograr un avance en ese aspecto, al menos para disminuir los tiempos que muchas veces pueden ser tortuosos para el paciente. La Doctora Gabriela González recibió el llamado de CAMBIO y se explayó sobre los cambios.
SISTEMA TRIAGE
“En la emergencia del Hospital realizamos una reorganización para agilizar los tiempos de atención. La primera medida fue inaugurar una policlínica de atención inmediata, llamada PAI. Cuando asumimos la dirección, notamos que aproximadamente el 80% de las consultas en la emergencia podían ser atendidas en policlínica, es decir, no eran emergencias reales”, comenzó diciendo la Dra. González, que luego nos recordó los criterios que se utilizan al momento de atender a un paciente cuando ingresa a emergencias, “Al llegar a la emergencia, se realiza un triage que clasifica los motivos de consulta en colores: rojo, anaranjado, amarillo, verde y azul. Las consultas rojas, anaranjadas y amarillas corresponden a verdaderas emergencias que deben ser atendidas de inmediato. Las verdes y azules, en cambio, son casos para policlínica. Sin embargo, por distintos motivos, muchas personas igualmente acudían a la emergencia, lo que generaba tiempos de espera muy largos, ya que las urgencias reales siempre tienen prioridad”.
LA FLUIDEZ COMO CLAVE
La distinción entre emergencias reales y situaciones leves puede desembocar en un conflicto organizativo por lo que discriminar los casos según su urgencia resultó clave para una mayor fluidez tanto para pacientes como funcionarios. “si una persona llega con una consulta verde, puede terminar esperando muchas horas porque siempre se atiende antes a quienes llegan con una emergencia real. Para solucionar esto, derivamos las consultas verdes y azules a la policlínica, que funciona todos los días, incluidos los domingos, de 12 a 20 horas. Allí, dos médicos atienden exclusivamente estos casos, lo que permite que sean vistos rápidamente y, al mismo tiempo, descongestiona la emergencia, donde quedan solo los pacientes con urgencias reales”, señaló la directora del HRS.
SILLONES ARTICULADOS
Pero no fue solo la instalación de la PAI lo que permitió mejorar el servicio; se compraron sillones articulados para quienes esperan por motivos clínicos: “Otra dificultad era la cantidad limitada de camillas en la emergencia (seis u ocho), que muchas veces estaban ocupadas por pacientes esperando resultados de exámenes o tratamientos, lo que impedía el ingreso de nuevos pacientes. La semana pasada, el hospital adquirió diez sillones articulados que pueden convertirse en camillas si es necesario. Ahora, las personas en espera de resultados o tratamientos se ubican en estos sillones, liberando las camillas para la atención inmediata. Hay dos sectores: uno con siete sillones y otro con tres”, contó González.
LA MITAD DEL TIEMPO
La Dra. González lo deja en claro cuando saca conclusiones sobre estos cambios en el HRS: “estas dos medidas han hecho que la entrada de pacientes sea mucho más fluida. Medimos los tiempos de espera antes y después de inaugurar la PAI, y el tiempo de espera se redujo a menos de la mitad. Aún no hemos medido el impacto de los sillones, pero esperamos que también contribuyan a seguir bajando los tiempos. Ambas acciones fueron muy productivas y dieron respuesta a un reclamo de la población de hace mucho tiempo”.