Por Daniel Dalmao
En los pocos meses que el Frente Amplio está ejerciendo el gobierno, es notorio el cambio en materia de política internacional y para bien.
Para evidenciar que estos cambios son reales, nos referiremos a las principales instancias internacionales en las que nuestro país ha participado en este breve período.
IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada en Honduras. El presidente Orsi intervino allí destacando la importancia de la integración regional basada en la democracia, la equidad y la justicia social. Quedó definido en esta cumbre que el próximo año Uruguay presidirá la CELAC.
Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) donde el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, fue elegido como vicepresidente.
El presidente Yamandú Orsi participó en Sevilla, España en la 4ta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo Sostenible, organizada por la ONU. Durante su visita Orsi fue recibido por el Rey Felipe VI, se reunió con el presidente español, Pedro Sánchez y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Cumbre del Mercosur en Buenos Aires. Aquí el presidente uruguayo destacó la importancia del acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. En esta instancia se concretó la primera reunión bilateral entre Orsi y el presidente argentino Milei.
Por último, nos parece de relevante importancia destacar la participación del presidente uruguayo en la cumbre de los BRICS en Brasil invitado por el presidente Lula Da Silva. Además de lo que significa en si la participación en esta instancia que tiene una relevancia mundial, fue muy significativo el haber aprovechado por parte de Orsi para mantener una serie de reuniones bilaterales con líderes mundiales y altos funcionarios. Señalamos aquí la reunión con Narendra Modi, primer ministro de la India, quien anunció la apertura de una embajada en Uruguay. Se reunió también con el presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, quien lo invitó a la próxima reunión del G20. Con el presidente de Angola que preside además la Unión Africana, con el Primer Ministro de Vietnam y con el de Egipto se dieron otras tantas reuniones. Tan importante como estas reuniones fue quizá también la mantenida con el presidente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura con quien abordó temas de desarrollo y financiamiento.
Esto contrasta con lo sucedido en el período anterior cuando gobernó la coalición de derecha. Bajo la conducción de Lacalle Pou el deterioro de la imagen de nuestro país fue muy grande. El ex presidente mostró siempre un talente agresivo, de desprecio hacia la herramienta de integración más cercana que es el Mercosur, planteando una falsa dicotomía entre la pertenencia a este organismo y las posibilidades de desarrollo de nuestro país. Lo vimos y escuchamos hablando de “lastre” refiriéndose a los demás países integrantes del Mercosur. Por otro lado, en una forma que puede entenderse como ingenua o de desconocimiento en cuanto a cómo funcionan las relaciones internacionales, prometía la concreción de un tratado de libre comercio con China. A este respecto recordamos una comparecencia del entonces canciller Bustillo en la cámara de diputados. Le preguntamos allí cual era el grado de avance en las negociaciones y en qué consistía el memorándum firmado, así como los plazos estimados para la firma de lo que parecía, según el gobierno, algo tan eminente. Nos respondió que el documento era secreto pero que los avances eran muy importantes. El tiempo se encargó de demostrar que todo era una fantasía simplemente.
No puede haber dudas que para un país como Uruguay, pequeño en territorio y población, la inserción internacional es vital. Por tanto lo que necesitamos es una conducción en política internacional que destierre la soberbia y la actitud de compadrito que nada bueno aportó.
Columnistas