
Por Melisa Ferradini
En entrevista con CAMBIO, el Dr. Sebastián Fernández, Director del Policlínico Veterinario del CENUR Litoral Norte (UDELAR), habló sobre el funcionamiento del centro inaugurado en Salto, el primero de su tipo fuera de Montevideo. El policlínico genera un escenario necesario para el aprendizaje en áreas médicas, con edificio que cuenta con 200 m² cubiertos y unos 350 m² en total. Permite realizar consultas, tratamientos médicos y quirúrgicos para animales de compañía y atención médica para equinos, un hecho inédito en la región norte. El Director recordó que en 2012 la Facultad de Veterinaria eligió Salto como sede para comenzar a dictar la carrera completa fuera de Montevideo.
PROFESIÓN AMPLIA
El Director remarcó que la medicina veterinaria abarca mucho más que el cuidado de mascotas: “Un veterinario está desde el nacimiento de un ternero hasta que nos comemos un churrasco, y desde el nacimiento de un pollo hasta una nugget. También hay colegas que hacen trasplantes de válvulas en perros”. Además, subrayó el rol clave del veterinario en la salud pública:“Más del 70% de las enfermedades emergentes son zoonóticas, es decir, provienen de los animales. El veterinario cumple un rol fundamental en la salud pública, la seguridad alimentaria y la prevención”.
CAMBIO DE PERFIL EN LA CARRERA
“La veterinaria también ha cambiado. En 1992, el 80% de los que ingresábamos éramos varones que queríamos dedicarnos a la producción animal. Hoy, el 70% de quienes ingresan son mujeres y la mayoría se orienta a la medicina de animales de compañía”, relató. El 60% de los veterinarios en ejercicio hoy trabajan con perros y gatos. Sin embargo, también se atienden animales no tradicionales gracias a la telemedicina, en coordinación con Montevideo”.
DESAFÍOS DEL INBA
En relación al bienestar animal, mencionó que el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) cuenta con un solo funcionario para todo el norte del país, lo que hace inviable cualquier fiscalización efectiva. Recordó la falta de comunicación adecuada cuando se implementó el uso obligatorio del microchip: “La gente lo entendió como una medida recaudatoria. Pero el objetivo era claro: identificar a cada animal y asociarlo a un tutor responsable”.
LEISHMANIASIS Y CASTRACCIONES
“La leishmaniasis llegó para quedarse. Ya no es una emergencia, es una realidad instalada. En el Policlínico vemos una prevalencia altísima entre los pacientes que atendemos”, alertó. El mayor problema no es la enfermedad en sí, sino que no se presta más atención a las medidas de prevención como el uso de collares o mantener a los perros en lugares limpios y sin la posibilidad de ser picados por el flebótomo que transmite la enfermedad. Sobre las castraciones, fue contundente: “No se puede imponer una medida sin educación. Se castran muchos animales, pero el impacto es bajo porque no se castra donde realmente se necesita”. Y relató: “No es lo mismo un perro en el centro que uno en un asentamiento sin cercado. Las políticas sanitarias no pueden ser generales”. Fernández finalizó resaltando la importancia del Policlínico como centro de enseñanza, atención y vínculo con la comunidad: “Los invito a conocerlo. Los veterinarios no somos solo quienes curamos perritos y gatitos. Nuestra tarea es clave en la salud humana, animal y ambiental”, finalizó.