viernes 25 de julio, 2025
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Argentina exigirá trazabilidad electrónica desde 2026

A partir del 1° de enero de 2026, Argentina hará obligatoria la identificación electrónica individual de todos los bovinos destinados a producción de carne o leche, mediante la incorporación de dispositivos electrónicos (microchips) que permitirán un seguimiento continuo del animal desde su nacimiento y hasta su faena. Así lo establece la resolución 530/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), publicada esta semana, en la que se actualizan las condiciones del Sistema Nacional de Identificación Electrónica de Animales.
Inicialmente prevista para implementarse en 2024 con entrega gratuita de dispositivos, la puesta en marcha del sistema fue postergada debido a una licitación internacional fallida. En esta nueva etapa, los productores deberán asumir el costo de los dispositivos, que podrán adquirirse exclusivamente a través de proveedores oficiales inscriptos. Según fuentes del sector, el valor estimado ronda entre US$ 2 por cabeza, equivalente a medio kilo a 750 gramos de novillo, dependiendo del proveedor.
El artículo 3 de la resolución establece que la compra de los microchips deberá realizarse únicamente a proveedores autorizados, mientras que el artículo 5 indica que los dispositivos deberán ser leídos en los establecimientos agropecuarios, por el propio productor o mediante terceros, y que el Senasa deberá ser notificado antes o después de cada movimiento del ganado, según las exigencias del destino correspondiente.
La identificación electrónica ya alcanzó entre el 15% y el 20% de adopción en 2025, partiendo de un 7% en 2024, según datos de empresas proveedoras. El Senasa sostiene que la medida permitirá optimizar la trazabilidad animal y alinear el sistema nacional con estándares internacionales, como los aplicados en Estados Unidos, Australia y Brasil.
Además, la identificación electrónica también será obligatoria para equinos, mientras que será opcional en ovinos, caprinos, camélidos y porcinos. La disposición se enmarca dentro de una política más amplia de modernización tecnológica en la producción ganadera argentina.
Simultáneamente, el 1° de enero de 2026 comenzará a operar un nuevo sistema de tipificación de carne denominado «Traza», que estará integrado a la red de trazabilidad y permitirá a todos los actores de la cadena cárnica, incluyendo la industria, acceder en línea a información sobre la ubicación y el destino de los animales. Este sistema permitirá también medir variables de calidad como área de ojo de bife y espesor de grasa dorsal, lo que podría abrir la puerta a sistemas de pago por calidad de la res.
Desde la Sociedad Rural Argentina, Andrés Costamagna valoró la implementación del sistema, aunque advirtió que mientras se mantenga la comercialización por medias reses en el mercado interno, que representa el 70% del consumo, será difícil aplicar pagos diferenciados por calidad. No obstante, destacó que esta tecnología sí tiene gran utilidad para negociar con la industria exportadora, que realiza desposte y valora criterios de calidad objetiva.