
Por Adrián Canosa
La Intendencia de Salto solicitó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), una prórroga de 180 días para suspender la resolución emitida para el acceso a Salto por la Avenida Carlos Reyles circulando por la Ruta 3, según confirmó Alberto Subí, director de Movilidad Urbana de la comuna salteña. La medida ministerial, que prohíbe cruzar a la izquierda desde Reyles hacia el centro de la ciudad pero permite el ingreso por esa vía, generó «confusión» entre los ciudadanos y provocó un impacto significativo en la actividad económica y el tránsito urbano.
MUCHOS AFECTADOS
«Hay un montón de gente afectada de primera mano», explicó Subí, quien destacó que la restricción impide el paso de camiones de trabajo, buses interdepartamentales que llegan desde Montevideo y vehículos particulares. El funcionario municipal reveló que la comuna mantuvo contactos directos con Federico Magnone, jerarca del Ministerio de Transporte, quien les propuso una reunión para buscar alternativas. «Ellos no habían entendido la repercusión social que esto iba a abarcar», señaló Subí, subrayando que el impacto trasciende a los ciudadanos comunes para afectar también a empresarios y al sector productivo regional. Aunque la Intendencia reconoce y comparte la finalidad de «cuidado» y «salud vial» que motivó la medida, Subí fue categórico al señalar que consideran que fue «una medida un poco a la apurada» la que llegó desde el Poder Ejecutivo, implementada sin las consideraciones técnicas y sociales necesarias para evaluar su verdadero impacto en la comunidad.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
La solicitud de prórroga, elevada ayer con la firma del intendente, incluye específicamente el retiro del cartel que implementó la restricción vehicular. Esta señalización, según reveló el director de Movilidad Urbana, no contó en su momento con el visto bueno de la Brigada de Tránsito Departamental, agregando controversia técnica a la medida. Subí indicó que, en caso de autorización ministerial, la comuna presentará dos proyectos alternativos desarrollados por los equipos de obra y arquitectura de la Intendencia para implementar una solución definitiva «exactamente en el lugar donde se genera el problema», evitando las complicaciones actuales.
“PREVENCIÓN VIAL”
El argumento oficial esgrimido por el Ministerio fue simplemente «prevención vial», aunque el director municipal cuestionó la falta de profundidad en los fundamentos técnicos. «Tampoco ellos te profundizan en qué se basan», criticó Subí, quien junto al equipo técnico municipal presentó un estudio comparativo con situaciones similares en otras rutas nacionales. La comuna salteña comparó la situación con otros puntos del país donde existen condiciones similares pero sin restricciones equivalentes: el empalme de las rutas 20 y 3 en el puente de Paso de la Arena, la intersección de la ruta 24 en el kilómetro 60 cerca del pueblo Tres Quintas, y “la zona de Barraca Otegui en Durazno”, donde las condiciones son «exactamente lo mismo» pero funcionan sin limitaciones.
NO HUBO CONSIDERACIONES
«Apuntaron a Salto sin las consideraciones profundas», concluyó el funcionario, quien calificó la medida como «muy apresurada» y expresó su esperanza de que la apertura al diálogo ministerial permita encontrar una solución que concilie la seguridad vial con las necesidades de movilidad de la comunidad salteña. La resolución ministerial definirá el futuro de este controvertido acceso a la ciudad, mientras la comuna aguarda una respuesta que permita restablecer la normalidad en uno de los principales ingresos a Salto desde la zona sur del país.