domingo 3 de agosto, 2025
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Actitud sobre las tablas: Andrea Espínola y la danza como disciplina mental y física

Por Adrián Canosa
Andrea Espíndola recuerda con nitidez la tarde de octubre de 2003 en que su madre la llevó “de prueba” a una clase de danza española en la escuela Ingrid Zas, a orillas de la Costanera Sur de Salto. Tenía cinco años, un pequeño traje de ensayo y ninguna certeza, pero bastaron unos minutos de castañuelas para descubrir una vocación que no tardaría en volverse destino. Veinte años después, aquel flechazo infantil se transformó en Attitude Dance Studio, la academia que dirige desde 2019 y donde 24 alumnos -más la propia profesora- combinan zapateos flamencos, hip-hop, jazz y giros clásicos.
CARRERA
La carrera de la salteña avanzó al paso de una coreografía exigente. A los 16 se tituló simultáneamente en danza española, jazz y ballet; mientras sus compañeros de liceo elegían carreras universitarias, ella ya soñaba con su propio estudio. Hubo dudas —un semestre perdido y la tentación de mudarse a Montevideo—, pero un “bajón a tierra”, como lo define, la devolvió a su objetivo original: abrir una escuela en su ciudad. El escenario era complejo: apenas unos meses después irrumpiría la pandemia, poniendo a prueba finanzas y convicciones. “Nada es lineal; todo es sinuoso”, resume hoy.
“LA CLAVE ES LA CONSTANCIA”
El impulso creativo no se detuvo. Ese mismo año, “Actitud” debutó en certámenes locales y pronto cruzó fronteras internas: Paysandú, Concordia y Arapey figuran ya en el mapa de los trofeos. Cada viaje es una micro-odisea logística que involucra transporte, vestuario y rifas para solventar gastos, pero también fortalece un engranaje donde familias, alumnos y docentes funcionan como un solo cuerpo dentro y fuera del escenario. “El brillo ajeno no apaga el propio; al contrario, todo suma”, afirma la directora, que celebra la camaradería en un ecosistema de academias que se duplicó en la última década y está liderado casi exclusivamente por mujeres. Para Andrea, la danza representa la alianza perfecta entre arte y deporte. Defiende con la misma pasión la corrección postural y el trabajo cardiovascular que la disciplina mental y la autoestima que germinan en cada ensayo.