Ángel Guedes es el joven entrenador que por una lesión se retirara en plenitud del fútbol activo y de ahí en más no ha parado de dirigir, tanto formativas como en primera también. Viene trabajando con perfil bajo al frente de la selección sub-17 de Liga Agraria de cara al campeonato de selecciones de OFI que arranca el próximo 11 de enero.
– ¿Cómo llega a entrenador de su curriculum?
– Para presentarme, al igual que toda mi familia fui jugador de fútbol. Me inicié en Estrella de Garibaldi, luego pasé a Independiente, donde dejo joven de jugar al fútbol; tuve una fractura de tibia y peroné, y tuve la mala suerte que me soldó mal, quedé con una deformación en el hueso y tuve con 29 años dejar el fútbol. Ahí fue que empecé a dirigir la sub-16 de Independiente, dirigí Barrio Albisu e Independiente en primera división. También he estado acompañando en este proceso de juveniles en los años que participó nuestra liga en OFI. Estuve con técnicos como Wilson Cardozo, Alfredo Viera, Ignacio Piastri. De todos se aprende y he visto como se trabaja, más en una selección.
– ¿Cómo marcha la preparación de esta selección juvenil?
– Nos venimos preparando muy bien, con mucho sacrificio, dedicación. No es lo mismo el jugador de la capital que el del interior. Los jugadores llegan a la selección bien preparados de sus clubes y además hay un tema de distancias; nosotros tenemos jugadores que vienen a practicar desde muy lejos.
– ¿Cuántos días de trabajo cuenta este plantel seleccionado?
-Desde el primero de diciembre estamos trabajando. Empezamos con 54 jugadores, después quedaron 30 y actualmente venimos trabajando con 25 jugadores, de los cuales tres son goleros. Trabajamos de lunes a sábado dos horas, de 18 a 20, hemos hecho mucho fútbol, trabajos tácticos, trabajos en cancha, con pelota detenida. Si bien estamos lejos, la idea es tratar de arrimarnos más a los que son Paysandú y Salto. Para eso se necesita trabajo, dedicación y sacrificio, más a la edad de estos jugadores, que tienen un futuro por delante. Hemos hecho fútbol con Sud América, con El Tanque, una selección de Colonia Lavalleja, con Chaná el pasado jueves, donde salió una linda práctica. Está pendiente un encuentro con Ferro y después también hubo mucho fútbol entre el plantel. Físicamente los gurises están bien preparados por el profesor Carlos Camara, un profesional del interior de Villa Constitución que ha trabajado mucho en Paysandú, conoce el interior de Paysandú por su trabajo. Es un hombre preparado que le está dejando un buen aprendizaje al plantel.
-¿Cómo trata de solucionar el tema distancia de los jugadores, un eterno problema de las selecciones?
– Por problemas de esas distancias es que los domingos no podemos entrenar porque no hay ómnibus para los gurises. Acá hay jugadores de Colonia Lavalleja, de Campo de Todos, de Rincón de Valentín, de Saucedo, de Chapicuy y de Corralito. Por ejemplo, los jugadores de Corralito vienen y tienen que transitar esos caminos pedrogozos hasta Saladero, donde toman el ómnibus línea 7 que atraviesa todo Salto y los deja en el Vispo Mari. Muchos jugadores trabajan en el día y luego hacen todo ese esfuerzo para venir a entrenar. Ni que hablar de los jugadores que viven más lejos, que si pierden un ómnibus no pueden estar. Lo mismo pasa al final de la jornada y todos se van rápido. También hay dificultades con los de las colonias cercanas, que también están a unos cuantos kilómetros del Vispo Mari. Cuando hacemos unos fideos con tuco, una comida para unir al grupo y compartir algo y estar juntos, lo hacemos temprano porque sino les queda tarde a todos y luego no tienen conducción para volver. Hasta eso tenemos que planear sobre las comidas, bien temprano. El trabajo está, el grupo está conciente de lo que pretende, que se le presenta una gran opotunidad en la vida. La mayoría tiene 16 años, han trabajado a conciencia de que ellos pueden lograr cosas, como hacer un buen papel ante muy buenas selecciones como la de Salto y Paysandú. El desafío es grande para demostrar que con trabajo y sacrificio no se está lejos. Como se dice habitualmente, con el corazón caliente pero con la cabeza fría, la Agraria puede dar que hablar en este campeonato.