Florida Futsal ha sido el equipo “relleno” en la divisional “A” desde que llegó. Eso sí, pese a nunca haber tomado protagonismo desde su ascenso, tampoco ha descendido, e incluso ha logrado ganarle en estos años a casi todos los equipos importantes de la liga. Su actual DT, Maycol Galliazzi, conversó con CAMBIO acerca de la realidad del equipo en este parate debido a la pandemia.
– ¿Cómo repercutió el parate en Florida? ¿Se marcó algo para ir llevando estos meses de actividad?
– En este caso es medio complicado. El fútbol sala es un deporte en equipo. Al ser un deporte en equipo prácticamente es muy difícil trabajar desde la casa o trabajar con todos una parte táctica. Lo que sí se hace y siempre se habló, es que cada uno trata de mantenerse físicamente bien, cosa que cuando vuelva el campeonato no nos agarre fuera de forma. Eso cuesta una enormidad después para mantenerse a tiro.
– Florida una vez subió a la “A” se ha mantenido siempre, pero tampoco ha conseguido entrar a las liguillas. ¿Está eso dentro de los objetivos actuales?
– Cuando nace Florida fue el primer año que hubo divisional “B”. Logramos en el primer año el ascenso, cosa que no estaba dentro de los objetivos, nos agarró por sorpresa. Nos obligó que al ascender a la divisional “A”, tengamos una adaptación rápida para que no pase el hecho de volver a la “B” como pasa con varios equipos. Lo que siempre mantuvimos fue el equipo. Han cambiado algunas piezas pero el núcleo siempre se ha mantenido en estos cinco años de Florida. Estuvimos tres años aguantando en la divisional “A”, mejorando, sobre todo en el aprendizaje del fútbol sala. Este año nos marcamos como objetivo meternos en la liguilla. Nunca jugamos ni siquiera el partido playoff, siempre mantuvimos el sexto puesto, que es el lugar donde no bajás y tampoco jugás el partido playoff para entrar a la liguilla. Entonces este año queremos jugar ese partido y poder entrar.
En resumen, ayuda mucho la cantidad de tiempo en que los jugadores están jugando juntos. No es lo mismo un grupo dos o tres años juntos, donde se conocen de memoria, a estar rotando los planteles. Es una clave de la permanencia en la “A”.
– ¿Han aprendido de otros equipos de experiencia, como Universitario o Ferro? ¿O la identidad de Florida fue algo espontáneo?
– Me parece que la identidad la fuimos agarrando desde el primer partido que empezamos a jugar al futsal. Lo que sí es verdad es que siempre estás aprendiendo de esos equipos que tienen mucha experiencia en fútbol sala, Ferro, la “U”, Chaná. Siempre estás aprendiendo de esos equipos, y si mirás para atrás en el tiempo, sus planteles tienen más de siete u ocho años jugando al fútbol sala, y siempre jugando juntos. Por eso muchas veces es que esos equipos hacen la diferencia, tienen un conocimiento más profundo del fútbol sala que los demás equipos. Hoy por hoy se han desarmado algunos cuadros como la “U”, Chaná fue el que más se ha mantenido, pero de otros clubes muchos jugadores se fueron para otros equipos como Tigre, nivelando el campeonato. Cuando nosotros empezamos, los jugadores que tenían mucha experiencia estaban todos en los mismos equipos y eso hacía que la diferencia fuera más grande. Ahora la cosa se ha repartido un poco lo que nos ha permitido ser más competitivo en la “A”.
– Hablando de jugadores de experiencia, Fabricio López jugó un semestre con ustedes, ¿qué enseñanza les dejó?
– Sí, jugó, si no me equivoco fue el primer año que subimos a la divisional “A”, tanto él como (Pablo) Daneluk. En el momento tal vez no te vas dando cuenta de la enseñanza que te está dejando, pero cuando pasa el tiempo vas agarrando y captando algunas cosas que son claves en el fútbol sala, y que si no hubiéramos traído gente de afuera, no hubiéramos aprendido. El traer ese tipo de jugadores te permite acortar los plazos de enseñanza.
-Pasaron Giambiaggi y Barrios en donde estás vos ahora, ¿cómo te sentís personalmente en el rol de DT de Florida?
– Yo me siento bien, me gustan los desafíos. Me gusta estar frente a un grupo, por eso tomé la decisión de estar acá. Muchos de lo que están en el plantel son amigos, otros compañeros. Hay una clave que es el respeto, tanto de mí hacia ellos como de ellos hacia mí. Lo otro que me parece importante es que yo no soy una persona idónea en el fútbol sala pero siempre estoy queriendo aprender, y aprendo del jugador. Hay gente con experiencia dentro del plantel que transmite cosas y uno trata de escuchar a todos, después a lo último imponer una idea. Yo siento que los jugadores me respetan eso y desde ese lado uno se siente gratificado. Es difícil que el jugador te crea lo que decís. Cuando el jugador no te cree no te dan ganas de seguir y yo me siento muy respaldado por los jugadores. Y siempre que haya eso, van a haber ganas de trabajar.
