Por el Dr. Pablo Perna
“Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo”.
En fechas tan especiales como lo es una noche buena del 25 de diciembre, queríamos compartir uno de los poemas más brillantes conocidos en el mundo, que ha sido titulado: “Instantes”; atribuida en la redacción y en este formato escrito, al maestro de la literatura mundial moderna, al argentino Jorge Luis Borges.
En el poema, el autor luego de haber recorrido 85 años de su vida, hace un repaso de la misma reflexionando y recomendado al lector que es lo verdaderamente importante de vivir la vida; y concluye que lo importante es vivir el “instante”. “Instante” de compartir con la familia, “instante” de hablar con tus abuelos, padre o madre que sabremos que no estarán con nosotros siempre; “instante” de verlo crecer a tu hijo; “instantes” de hablar con tus hermanos, tu pareja, amigos, en fin vivir plenamente la vida, porque al final del día lo que nos quedara en la memoria serán esos lindos recuerdos de los “instantes” vividos.
A más de un año de tener el honor de compartir columnas de mi autoría todos los viernes y sin licencias, queríamos desearles desde este espacio que gentilmente el Director de CAMBIO nos ha brindado, una excelente Feliz Navidad y próspero año nuevo.
