Por Andrés Torterola
En una entrevista con CAMBIO la Presidente de la Asociación Civil Ambientalista de Salto (ACAS), Adriana Carabajal, se refirió a la contaminación del ambiente y los posibles peligros que pueden existir para los bienes ambientales en nuestro país.
MÁS ATENCIÓN Y VIGILANCIA
Carabajal expresó que los uruguayos deberíamos poner más atención y vigilancia. En la empresa UPM2 instalada en nuestro país, a la que se le brindó facilidades para poder producir, la idea es que no lo haga en forma indiscriminada y sin control. Un vecino del lugar que se dio cuenta que algo no estaba bien con el agua del arroyo Sauce afluente del Río Negro, se había desbordado un producto nocivo (soda cáustica), la empresa minimizó el hecho diciendo que se había diluido en el Río Negro y que las lluvias abundantes habían ayudado.
UPM ACTUÓ
CON IMPERICIA
UPM 2 está teniendo problemas con sus instalaciones, en este caso una pileta que al parecer no se adecúa a lo requerido, no anduvo el sensor que debido a determinado nivel debería haber alertado y no funcionó, deberían tener un protocolo de actuación ante estos eventos. Esto falló y UPM no actuó correctamente, actuó con impericia, aseguró la ambientalista. Técnicos del Ministerio de Ambiente dijeron que toda forma de vida por más ínfima que fuera había desaparecido, había muerto. Existe un contrato firmado en 2017, a escondidas del pueblo, que entregan el agua de los acuíferos, ¿en qué estado están dejando a Uruguay?, se preguntó Carabajal. Los ciudadanos de mentes pesantes no queremos, ni creemos en estos contratos, que sólo siembran destrucción de nuestros bienes.
TERMINAR CON
LOS CONTRATOS SECRETOS
Los ciudadanos hoy tenemos oportunidad de hacer uso de una herramienta constitucional, generar un plebiscito para terminar con los contratos secretos del Estado y que podamos conocer y poner a consideración de nuestros representantes: el Parlamento. Y decidir el futuro que merecemos. Uruguay siempre se caracterizó por tener suelos fértiles, propicios para la producción de alimentos , que el mundo reclama y necesita, pero no, el empecinamiento político hace que se entregue más de la mitad de esos suelos a las forestales, a empresas como Upm que mientras nuestros hermanos del sur tomaban agua salada, tenía el privilegio de gozar de un río entero a sus anchas; el Puerto de Montevideo entregado por años a una empresa de bandera belga; contratos con empresas alemanas, estadounidenses, y demás, que necesitan millones y millones de litros de agua para realizar sus actividades.
ACTUAR CON
SEVERIDAD
La población debe estar más atenta, comprometida, exigir controles. Ya no sirven las multas que para una empresa multimillonaria no significa nada. Hay que ir más lejos, y actuar con severidad. A nuestro parecer ante estos eventos que ponen cada vez más en peligro nuestros bienes ambientales; el Ministerio debería paralizar la producción de estas empresas.