domingo 24 de noviembre, 2024
  • 8 am

Carolina Ache: ¡aplausos! (segunda parte)

Dr. Pablo Perna
Por

Dr. Pablo Perna

171 opiniones
Sol

Por Pablo Perna.
“El lobo será el malo de la historia si el cuento siempre lo cuenta Caperucita”. En el 2017 se aprobó la ley de género que trata de erradicar la violencia que existe en la sociedad hacia la mujer, evitando toda conducta, acción u omisión, en el ámbito público o el privado que sustentada en una relación desigual de poder en base al género, tenga como objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos o las libertades fundamentales de las mujeres (Art. 4º de ley 18.540).
Los hombres y compañeros de la Coalición de Carolina Ache fueron los primeros que trataron de anularla y estigmatizarla cuando en el mes de junio de este año, en el programa de TV “Desayunos Informales”, manifiesta que tanto el Ministro de Relaciones Exteriores (Francisco Bustillo), como el Ministro del Interior (Luis Alberto Heber), al momento de ser interpelados por el Senado por los pasaportes del narcotraficante Sebastián Marset, faltaron a la verdad.
Todos, salvo Pedro Bordaberry y humildemente el que escribe en este espacio, conforme a lo que he escrito el 9 de junio de 2023 en la columna que titule “Carolina Ache ¿utilizando el resentimiento social para desacreditarla”, al igual que otros muchos anónimos, creíamos en sus declaraciones, a diferencia de sus compañeros de la Coalición, que pretendieron desacreditarla por ser mujer y vivir en Carrasco. Todos los jerarcas y mandos medios del Gobierno salieron a apoyar al Ministro Bustillo y desacreditar a Ache; manifestaban públicamente en ruedas de prensa: “Pareciera que lo que ella quiera es quedar bien con sus amigas de Carrasco…, ¡lo importante no es quedar bien en el Lawn Tennis Carrasco!, lo importante es que el gobierno tenga debida diligencia y que actúe de acuerdo a derecho” (palabras del Senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva); otro: “Ella mintió, omitió alguna información y, por lo tanto, actuó con cierta negligencia” (palabras del Senador del Partido Colorado Adrián Peña).
Ache mientras ocupó el cargo de subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores era hostigada por el Canciller Bustillo, su superior jerárquico, así como también por otras autoridades con poder de decisión dentro del Gobierno, para que mintiera y borrara chats, conversaciones por whatsApp y documentos relacionados a la emisión de pasaporte para el narcotraficante Sebastián Marset, mientras se encontraba preso en Dubái. Acorralada decide grabar una conversación telefónica del 3 de noviembre de 2021 con el Ministro Bustillo, donde éste claramente le manifiesta que no entregara información, que contrate una escribana que certifique hechos no ciertos o sugiriéndole que diga que ha perdido su celular.
Tenía razón Pedro Bordaberry cuando escribía en su Twitter: «Qué cama le hicieron a Carolina Ache. Un mes y medio antes de que le comentaran sobre Marset, muchos en Cancillería sabían sobre él (incluyendo el ministro que un año después en el Senado afirmó que nadie sabía)», luego publicaba Pedro en el Diario “El País” lo siguiente: “A pocos parece importarles que el Canciller sabía que Marset era narcotraficante. Tampoco que mintió en la interpelación en el Senado cuando dijo que no sólo él sino que nadie en Cancillería lo sabía”; “sometieron a Ache al escarnio público” y que “la sustituyeron en tiempo récord”. “Con el cuerpo aún caliente se abalanzaron sobre el cargo. No sea cosa que alguien les ganara de mano…”.
Que este episodio nos sirva como ejemplo cuando desde el poder se pretende denigrar, menoscabar y estigmatizar a una mujer por el solo hecho de ser mujer y política en definitiva, la sociedad no es tonta, aunque la historia la cuente el lobo todos deberíamos saber quién es verdaderamente la víctima.