Dr. José A. Techera.
Médico-Intensivista.
Consejero de la Regional Norte CMU
El ataque cerebrovascular es una emergencia médica que ocupa el 1er lugar como causa de muerte dentro de las enfermedades cerebrovasculares y también como causa de discapacidad.
Su prevalencia es de 8,6 casos cada 1000 habitantes. En Uruguay ocurren 4200 ACV por año, alrededor de 1/3 fallecen al año de haberlo padecido, mientras que otro 1/3 queda con secuelas importantes, lo que conlleva altos costos sanitarios y sociales.
Se produce en el 85% de los casos por la oclusión de una arteria cerebral, y en el resto por la rotura de un vaso cerebral produciendo la muerte de un área de tejido cerebral.
Los síntomas se presentan de forma repentina y habitualmente se trata de debilidad, parálisis, pérdida de la sensibilidad de un lado del cuerpo, dificultad para hablar, pérdida del equilibrio, cefalea.
El diagnóstico se basa sobre todo en los síntomas, pero también es necesario realizar estudios diagnósticos de imagen y de laboratorio.
Los factores de riesgo más frecuentes son la Hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol elevado, el sedentarismo.
Cuando es debido a un sangrado intracraneano el tratamiento consiste en medidas farmacológicas, y dependiendo de la localización la cirugía puede ser una opción.
Cuando es debido a la obstrucción de una arteria cerebral las opciones de tratamiento son diferentes e incluyen la posibilidad de lograr la desobstrucción a través de determinados medicamentos llamados fibrinolíticos y/o la trombectomía que es un procedimiento que consiste en la extracción del trombo mediante un cateterismo.
El Ministerio de Salud Pública elaboró en 2022 un protocolo de manejo del ataque cerebrovascular isquémico que reúne la evidencia internacional y nacional, con el objetivo de unificar los criterios de atención y así mejorar la calidad asistencial en esta patología.
Reconocer los síntomas y actuar con rapidez son las 2 claves para reducir los daños potenciales con sus consecuencias.
En Uruguay hay 7 centros de ACV con capacidad para realizar un diagnóstico y tratamiento integral que cuentan con una Unidad Cerebrovascular, un Servicio de Neuroimagenes (disponibilidad de tomografía, resonancia nuclear magnética, angiógrafo), un Servicio de Neurocirugía (con guardias de 24hs los 365 días del año) con la posibilidad de realizar la trombectomía. 5 de estos centros se encuentran en Montevideo y 2 en el interior del país (Salto y Tacuarembó).
Los beneficios que conllevan la existencia de estos centros de ACV incluyen la disminución de la mortalidad, la supervivencia, la incidencia de complicaciones.
El Colegio Médico del Uruguay en su programa de Desarrollo Profesional Médico Continuo en conjunto con las Sociedades Científicas relacionadas (Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, Sociedad de Neurología y Neurocirugía) ha priorizado y viene desarrollando talleres de capacitación para el equipo de salud con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de esta emergencia médica.
Los desafíos para mejorar los resultados son la educación poblacional para la prevención con el control de los factores de riesgo, la consulta temprana, y la capacitación del equipo de salud.
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