domingo 24 de noviembre, 2024
  • 8 am

Baltasar Brum. Su suicidio y su gloria.

Dr. Pablo Perna
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Dr. Pablo Perna

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Por Pablo Perna
Al finalizar esta columna contaré la anécdota de los documentos que me fueron expropiados por el Estado uruguayo. Esta semana, el 31 de marzo se conmemoraron 91 años del suicidio de quien fuera el primer presidente más joven del Uruguay, electo con 35 años de edad, el salteño Baltasar Brum. Nació el 18 de junio de 1883, en el departamento de Salto, localidad de Cuaró, actualmente fracción de tierra que fue cedido al departamento de Artigas. Su vida de joven transcurrió en la ciudad de Salto donde maduró fue alumno de liceo IPOLL de Sato y luego docente de esta casa de estudio, al recibirse de abogado retorna a su Salto natal donde instala su estudio jurídico y se dedica al periodismo, pasión que más tarde lo llevará a ser director del diario “El Día”, el diario de Batlle.
Brum conoce a José Batlle y Ordoñez por primera vez en un acto político en Paysandú y de aquí se enamora de sus ideales, por lo que será su mentor y maestro político. Ya con 23 años en el Teatro Larrañaga de Salto, en un debate con el Director del “Diario La Prensa”, el nacionalista Luis Thevenet, Brum lo destroza argumentativamente, por lo que por su brillantez intelectual fue propuesto para ser el primer intendente de Salto, proyecto que luego no prosperó. No había cumplido 30 años, límite de edad para ocupar el cargo de Ministro, cuando le es ofrecido el Ministerio del Interior. Con 35 años de edad es electo presidente, prestando juramento por primera vez en la historia en el Paraninfo de la Universidad de la República, su casa de estudio y que había militado políticamente en la gremial estudiantil. Su presidencia se caracterizó por la defensa esencial de la clase obrero creando la ley de descanso semanal obligatorio, indemnización por accidentes de trabajo, entre otras.
El 30 de marzo de 1933 el presidente Terra envía un proyecto de ley a la Asamblea General para limitar la ley de prensa, Brum rápidamente escribe una carta dirigida a la misma para evitar este hecho, por lo que la Asamblea General esa misma noche rechaza la ley. Terra enfurecido, al día siguiente, disuelve el Parlamento y a la 7 de la mañana manda a detener a Brum, entrando dos policías a su casa, por lo que el ex presidente los saca a balazos, atravesándole una de las balas en el sombrero de uno de ellos. Comienza la resistencia, donde las autoridades rodean la casa, le ofrecen asilo en embajadas extranjeras, pero se niega, por lo que sale frente de su casa con dos pistolas cargadas una en cada mano lo acompañaban armados su hermano y amigos. Al lugar llego la prensa que sacaron varias fotos que quedaron inmortalizadas; Brum repetía: “si vivo la dictadura durará 20 años, si muero cinco”. El día transcurría hasta que a las cuatro de la tarde, ante la mirada atenta de su madre, esposa, hermanos, amigos y curiosos, Brum camina hacia el centro de la calle y grita: “¡Viva Batlle!” y “¡viva la democracia!”, palabra que quedó cortada por el balazo que se tiró en medio de su pecho, muere con 49 años y sin hijos. Brum tenía razón, la dictadura de Terra duró 5 años, hoy una placa conmemorativa permanece en el lugar de los hechos.
Pude adquirir en el remate de las últimas reliquias de Batlle, donde estaba presente el Presidente Sanguinetti, la carta escrita por Brum el día antes de su muerte a la Asamblea General y que provocó la furia de Terra, pero una vez adquirida el Estado uruguayo me la expropia. Al finalizar el remate increpé al representante del Estado por no haber expropiado otros documentos firmados por nuestro prócer Artigas y sí la carta de Bum, lo que me respondió sarcásticamente: “lo que sucede que de Artigas ya tenemos muchas cosas”. Pero de todas maneras no salí con las manos vacías, pude adquirir otro documento con la firma de Brum y del ex Presidente Tomás Berreta, cuando participaron ambos como integrantes de un tribunal de honor a duelo, en virtud que el ofendido se agravió por haber sido acusado de vender entradas truchas para el Estadio Centenario en ocasión de celebrarse la inauguración del primer mundial de fútbol organizado por la FIFA. En fin, recuerdo criollos, bien colorados y Batllistas que valen la pena recordar: ¡Vivas Baltasar Brum!