Yamandú Orsi: La corrección política no se mancha
Por Carlos Arredondo
La campaña electoral que viene por nuestro voto, camina por los carriles que “debe” caminar; Lo políticamente correcto.
Dirigentes de uno y otro lado, pretenden posicionarse entre quienes son de su mismo partido, para luego de fritas las tortas, de acuerdo a la grasa que quede, continuar siendo políticamente correctos, pero tratando de posicionarse entre quienes se presentan dentro de otro partido político.
Educación, transparencia, salud, seguridad, economía, vivienda. Vivienda, economía, seguridad, salud, transparencia, educación son los temas que hacen de la campaña electoral una campaña políticamente correcta. Y así campaña tras campaña, quien se refiera a estos temas, de la manera más seductora, será quien más se acerque a los objetivos.
El asunto es que en cada campaña el eje temático siempre es el mismo. Podrá variar en cuál de estos temas se hace foco de acuerdo a la debilidad o fortaleza de los adversarios -ejemplo: la seguridad, en la pasada campaña-, pero solo son variables de los mismos temas de siempre.
Nuestros aspirantes a representantes NO hablan de otras cosas: Ponen cara de circunstancia, y aseguran que lo más importante son estos asuntos: Porque son los temas que les preocupan a “la gente”, dicen.
Ninguno de ellos abandona el menú temático establecido, ni siquiera, por temas tan sensibles como puede ser el exceso de muertes ocurrido en 2021 y 2022, en este país, que dejó 15.214 personas fallecida, por encima del promedio histórico (¿En qué cabeza cabe dejar de hablar de “lo que quiere” la gente para hablar de estas “nimiedades”, ¿verdad?); Tema al que ya nos hemos referido en esta columna de opinión, y que aun nadie explicó, ni desmintió, aun cuando afirmamos que es consecuencia de las vacunas contra el COVID, aplicadas a las personas.
Y si, la estricta e inamovible corrección política, no se distrae ni siquiera ante la flagrante entrega de nuestras libertades, que trae consigo el Tratado de Pandemias – del cual también ya hemos hablado extensamente – que anula la soberanía sanitaria de los países en caso de pandemias –que solo los burócratas de la OMS podrán declarar- , y permite imposiciones draconianas a las personas, por parte de individuos de comprobada inmoralidad, que responden a corporaciones que lo último que pretenden es velar por el bienestar de las personas.
Pero nuestros políticos, saben perfectamente que la corrección política no solo se defiende remitiéndose a la agenda de temas que están establecidos, sino también tratando que los temas “incómodos”, esos que no pertenecen al temario que debe ser tratado en la campaña, sean ignorados, invisibilizados y si fuera posible: Ridiculizados.
Así lo dejó en evidencia Yamandú Orsi, quien evitó, infantilmente, referirse a un tema por demás sensible: Los Chemtrail´s, o estelas químicas y su impacto en el medio ambiente.
El asunto ya ha sido abordado en esta misma columna, y refiere a la sistemática y permanente “fumigación” a la que estamos siendo sometidos los ciudadanos de prácticamente todo el mundo, desde hace varios años.
Las estelas químicas son lanzadas desde aviones que al liberarlas en la atmosfera, dejan una estela parecida a la que deja un avión de los que conocemos como “a chorro”.
La gama de elementos químicos denunciados como componentes de estas estelas es enorme, y más allá que en un principio se pensó que solo se buscaba modificar el clima, de acuerdo a varios informes científicos que estudiaron, y estudian, el fenómeno, las consecuencias en la salud de las personas, las plantas, los animales y el medio ambiente en general son extremadamente dañinas, y llevan a sospechar que una variada gama de enfermedades son consecuencia directa de estas fumigaciones.
La semana pasada, Yamandú Orsi, en su calidad de pre candidato a la presidencia por el Frente Amplio, brindó una conferencia de prensa en la ciudad de Mercedes, allí un periodista del medio local Agesor le preguntó acerca de la Incesante aparición de “chemtrails” en los cielos de aquel departamento, y como defensor acérrimo de la corrección política, se limitó a decir que no tenía ni idea lo que era, y se apuró en aclarar que no es prioridad legislar contra eso.
Orsi lo tiene muy claro: No hay mejor manera que hacer desaparecer un tema, que ignorándolo.
De esa manera quedó bien claro que la inmaculada corrección política uruguaya, al igual que la pelota del “Diego”: No se mancha.