sábado 21 de septiembre, 2024
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Pae explica propósito de los sacrificios animales en templos afroumbandistas

Por Andrés Torterola
Las personas que visitan diariamente el templo afroumbandista ubicado en la calle Soca 487, en la ciudad de Salto, lo hacen con la esperanza de encontrar soluciones a sus problemas, ya sea en búsqueda de salud, apertura de caminos, o resolución de situaciones difíciles. En una entrevista con CAMBIO, el Pae Renzo, líder espiritual del templo, expresó que su misión principal es ayudar a las personas a enfrentar y resolver situaciones complejas en sus vidas.
PREDICAN EL MAL
El Pae Renzo explicó que la instalación de un altar en un templo afroumbandista, ya sea umbandista o kimbandista, depende en gran medida de la doctrina y las tradiciones de cada terrero. En algunos templos, los salones destinados a estos altares están separados, reflejando la diversidad y complejidad de las prácticas espirituales. Al ser consultado sobre los llamados «trabajos» que algunas personas solicitan con la intención de causar daño a otros, Pai Renzo reconoció una realidad que, según él, no se puede ignorar: todas las entidades espirituales, al igual que las personas, poseen una dualidad, con un lado positivo y otro negativo. El Pae Renzo admitió que, aunque resulte incómodo reconocerlo, existen personas que se dedican a hacer el mal a otros a través de estos «trabajos». Sin embargo, subrayó que su enfoque está en utilizar las prácticas espirituales para el bien y la resolución de problemas.
SACRIFICIO DE ANIMALES
Los rituales que incluyen sacrificios de animales no se realizan únicamente cuando las personas buscan causar daño, también se llevan a cabo para atraer cosas positivas y beneficiosas. De hecho, muchas de las acciones en esta religión son malinterpretadas por quienes desconocen su verdadero funcionamiento. A veces se pueden ver ofrendas en algunas esquinas de la ciudad, pero su propósito es abrir caminos. Estas prácticas trabajan con diferentes puntos de fuerza, que son las entidades que gobiernan esos lugares específicos. Por eso, las ofrendas se colocan en encrucijadas, en montes, en ríos o en cementerios, lo cual no siempre implica algo negativo”, concluyó.