Por Andrés Torterola
El 11 de noviembre de 1991 marcó un hito en la historia de las telecomunicaciones en Uruguay, cuando se realizó la primera llamada telefónica a través de un celular en el país. En aquel entonces, pocos podían imaginar que, treinta y tres años después, este dispositivo se convertiría en un elemento indispensable no solo para comunicarnos, sino también para acceder a un mundo de entretenimiento y conocimiento al alcance de la mano. A pesar del escepticismo inicial que rodeaba a esta tecnología emergente, la realidad ha superado todas las expectativas, y hoy en día los teléfonos celulares son prácticamente omnipresentes. Sin embargo, este uso generalizado no está exento de desafíos y preocupaciones.
EFECTOS NEGATIVOS
Con el objetivo de profundizar en las implicancias del uso excesivo del celular, CAMBIO entrevistó a la psicóloga Belén Trindade, quien abordó los problemas asociados a esta tendencia creciente. Según Trindade, el uso desmedido del teléfono móvil puede generar una serie de problemas psicológicos y sociales, como la adicción a la tecnología, el aislamiento social y el aumento de la ansiedad, especialmente entre los más jóvenes. Además, advirtió sobre los efectos negativos en la calidad del sueño y en la capacidad de concentración, elementos fundamentales para el bienestar integral de las personas. La exposición prolongada a la luz de las pantallas es una situación preocupante y alarmante. Sin embargo, muchos padres no lo consideran un problema grave. El uso excesivo del celular, además de las dificultades previamente mencionadas, está vinculado a un aumento de la obesidad, especialmente en niños y adolescentes.
AUTOCONTROL
En los más pequeños, esto genera una disminución de la curiosidad; al tener toda la información al alcance de la mano, pierden el interés por explorar su entorno, jugar o colaborar en las tareas del hogar. También disminuye el autocontrol, lo que puede provocar reacciones explosivas y berrinches cuando se les retira el dispositivo, una situación común en muchos lugares. Además, reduce la interacción social; incluso en reuniones como cumpleaños, los niños suelen entretenerse con el móvil en lugar de interactuar con sus pares, según señala la profesional.
CULTURA DE
USO RESPONSABLE
Por otro lado, docentes se refirieron al impacto de los teléfonos celulares, especialmente en el ámbito educativo. Indicaron que, si bien los dispositivos móviles ofrecen valiosas herramientas para el aprendizaje y la comunicación, su uso inadecuado puede distraer a los estudiantes y dificultar el desarrollo de habilidades críticas como la atención sostenida y el pensamiento profundo. Las docentes destacaron la importancia de educar tanto a estudiantes como a padres sobre el uso responsable de la tecnología, promoviendo un equilibrio entre sus beneficios y los riesgos asociados.
