Por Pablo Vela
De cara a lo que se nos viene en materia de elecciones, el 27 de octubre es la fecha que nos va a permitir nuevamente generar o armar un Parlamento que vuelva a ser ejemplo en la región y en el mundo, levantando el nivel que ha tenido en los últimos períodos (salvo excepciones claro está).
Porque más allá de elegir mediante la papeleta a quien queremos como presidente, en nuestro caso cada vez más convencidos de que Andrés Ojeda debe liderar la continuación del Gobierno de Coalición, la papeleta de voto nos permitirá poner a verdaderos legisladores, políticos de fuste que nos saquen de varios mamarrachos jurídicos, inventos heredados de gobiernos frenteamplistas que no se animaron a quitar en el período que se termina pero además ordenar de cara al futuro en función de las circunstancias en las que el país hoy se encuentra.
Porque el mundo avanza, se reinventa, los que piensan en cosas buenas pero también los que piensan en hacer mal, todos piensan como hacer mejor las cosas, para bien o para mal y ahí es donde el legislador debe estar presente para no correr al problema desde atrás.
Ejemplo de horrores heredados: la ley de género, madre de generaciones de niños con secuelas por habérseles cortado el vínculo parental o el proceso abreviado del Código del Proceso Penal para algunos delitos.
Pero además es la chance, este próximo 27 de octubre de respaldar, con el voto, a quienes no especulan y actúan en función de sus convicciones. A los que actúan a pesar de las corporaciones que muchas veces tienen más peso que el propio gobierno, al que cumple con lo que promete, que es poco porque prefiere hacer a que prometer.
Comenzamos a trabajar para que Gustavo Zubía fuera senador de la República allá por agosto de 2022; en ese momento por ser diferente. Hoy en día, transcurrido dos años debemos agregar: inteligencia, formación, experiencia, habla de los temas que domina y de lo que no, calla.
Que importante sería que Zubía llegara al senado pero además que lo hicieran otros valiosos políticos de otros partidos que a veces se ven opacados por personajes que a base de demagogia ocupan lugares para pasar desapercibidos, sin generar nada, más allá de que quieran hacernos creer otras cosas.
Sin titubeos, hace unas dos semanas, el diputado Zubía solicitó se decrete la Emergencia Nacional en Seguridad porque como lo ha dicho infinidad de veces se ha mejorado la deplorable situación que dejó el período frenteamplista pero no se ha logrado detener el avance de ciertos delitos y lo peor: nos tiene paralizados, sin generar nuevas propuestas, menos pensar en implementarlas.
Apoyo real a la Policía Nacional, en presencia, logística, control en zonas “calientes” como forma de prevención, control de la telefonía clandestina en cárceles a través de inhibidores, reactivación de destacamentos barriales, etc., etc.
La inseguridad que generó la nefasta política de gobierno encabezada por el Ministro Bonomi y el sub secretario Jorge Vázquez fue factor fundamental para la victoria de la coalición. Hoy, ya con la confirmación de que si gana el Frente Amplio vuelven los Carrera, los Leal, seguramente los Díaz (autor intelectual del actual Código del Proceso Penal) es peligroso pensar en su retorno pero lo cierto es que lo que le hizo ganar hace 5 años hoy le puede hacer perder el gobierno a un tibio Presidente Lacalle que tan firme fue en otras facetas, le ha faltado coraje en lo que hace a la Seguridad.
Salvo los primeros pasos dados por el ex Ministro Jorge Larrañaga, donde el rumbo parecía cambiarse, las intenciones no pasaron de eso.
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