Condena a la ex presidenta argentina CFK e hipocresía de la derecha uruguaya
Por Daniel Dalmao
Conocida la confirmación de la condena por parte de la justicia argentina a la ex presidenta Cristina Fernández, las repercusiones a nivel local e internacional fueron múltiples e inmediatas. La condena implica 6 años de prisión e inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos. Por tanto, CFK nunca más podría ser candidata a nada en Argentina.
En el país donde esto sucede las opiniones son diversas sin duda. Están los que siempre se oponen al “kirchnerismo” y que obviamente festejan este fallo, varios medios de comunicación que ya tienen desde hace tiempo opinión formada respecto a la culpabilidad de la ex presidenta y que han sido parte de furibundas campañas mediáticas en su contra, también acuerdan con esta decisión. Pero también es cierto que existen sectores de la población que respaldan a Cristina, que confían en ella y que se movilizan con gran capacidad de hacerlo.
La Federación Argentina de Municipios (FAM) emitió un documento firmado por más de 500 intendentes donde dicen que esto “no se trata de una acción judicial, se trata de una acción política”. Varios gobernadores de distintas provincias, algunos distanciados o incluso enfrentados a CFK, han manifestado su preocupación por esta situación.
El diario argentino “Pagina 12” titula uno de sus artículos del jueves 12: “Líderes políticos del mundo se solidarizan con Cristina Kirchner”. Aparecen en esa nota presidentes como Lula Da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia, Claudia Sheinbaum de México, Luis Arce de Bolivia, Xiomara Castro de Honduras, el ex presidente de Ecuador Rafael Correa, dirigentes políticos europeos como Jean -Luc Mélenchon de La Francia Insumisa, la eurodiputada por Podemos, Irene Montero y varios diputados españoles, entre otros tantos. “En los mensajes denunciaron la persecución política contra la ex presidenta y alertaron sobre el ataque que representa para la democracia argentina” se lee en dicha nota.
El Partido Comunista de Uruguay (PCU) emitió una declaración donde afirma: “expresamos nuestro rechazo a la utilización de la justicia como arma política”…”Las denuncias de que el proceso contra la ex presidenta argentina estuvo viciado de nulidad y obedeció a una clara y explícita intención política de proscribirla, indican que estamos ante un nuevo caso de lawfare judicial, que tiene varios y graves antecedentes en nuestro continente”.
A esta declaración del PCU le salieron al cruce inmediatamente dirigentes de la derecha uruguaya como los senadores Heber y Delgado. Para estos legisladores, el PCU no puede hacer declaraciones de ese tipo, “no debe inmiscuirse en la problemática de otros países”. Además ya aprovecharon para recordar que, según entienden ellos, los comunistas uruguayos defienden regímenes dictatoriales y no son por tanto democráticos, etc, etc.
Con respecto a los comunistas uruguayos, la libertad y la democracia, estos senadores deberían mirar a la cara a los miles de militantes de ese partido que fueron perseguidos en la dictadura, destituidos de su trabajo, encarcelados y torturados por cometer el” pecado” de defender a la democracia y luchar por los derechos de los trabajadores y ver entonces si pueden mantener esos dichos. Y además enfrentarse con los familiares de detenidos-desaparecidos y animarse a repetir esas injustas afirmaciones.
En lo que refiere a que “no se puede opinar sobre lo que sucede en otro país”, basta recordar las incontables veces que la derecha uruguaya lo ha hecho respecto a Venezuela, Nicaragua o Cuba para ir a lo del título y reconocer a esta como una actitud cargada de hipocresía.
El tema no es si compartimos o no las posiciones políticas de CFK, la cuestión está en si defendemos siempre la democracia o no.