
Por Andrés Torterola
Las contradicciones institucionales pueden llegar a ser tan asombrosas como dolorosas. Así lo expresó una madre de cuatro hijos que fue desalojada de una residencia a la que había accedido por necesidad, ocupándola ante la desesperación de no tener dónde vivir. En diálogo con CAMBIO, la mujer relató que, de un momento a otro y debido a circunstancias familiares imprevistas, se encontró en situación de calle junto a sus cuatro hijos menores. “Quedamos sin nada, sin un techo, sin recursos, y sin posibilidad alguna de alquilar, expresó. La mujer señaló que recurrió a esa vivienda como última opción, buscando proteger a sus hijos del frío extremo que en los últimos días ha provocado muertes en Salto y otras ciudades del país. “No lo hicimos por capricho ni por rebeldía. Lo hicimos porque no teníamos otra opción, y, sin embargo, la respuesta fue el desalojo, sin otra alternativa concreta”.
DESHABITADA DESDE EL 2017
La situación pone en evidencia la desconexión que existe muchas veces entre la realidad social y las respuestas institucionales, que no logran dar cobertura adecuada a las personas más vulnerables, especialmente en el contexto de crisis habitacional y emergencia climática que atraviesa el país. La mujer y sus cuatro hijos ocuparon una vivienda construida por MEVIR que se encontraba deshabitada desde el año 2017 y que registraba una deuda de 39 cuotas impagas. Pero el pasado viernes, en horas de la mañana, fue desalojada por la Policía, quedando nuevamente en la calle. Ante la dramática situación, se realizaron gestiones con el alcalde de la localidad de Belén en un intento por encontrar una solución habitacional urgente. “La intención nunca fue quedarme en esa casa de forma permanente”, aclaró la mujer. “Solo buscaba una respuesta temporal mientras, en coordinación con INAU, se podía encontrar un lugar digno donde vivir con mis hijos. No quería ocupar, sino protegernos del frío y no estar en la calle”.
INGRESÓ CON VIOLENCIA
La puerta del fondo de la vivienda estaba atada con un simple cordón. Según relató la mujer, la supuesta propietaria del inmueble ingresó de forma intempestiva, comenzó a insultarla frente a sus hijos y la amenazó con radicar una denuncia policial. Minutos después, se hizo presente un efectivo policial, quien le advirtió que, si no abandonaba la vivienda de inmediato, sería detenida, ya que el inmueble tenía propietario. “Te vas ahora o te llevo a la comisaría”, le dijo el funcionario, mientras la sujetaba con intención de trasladarla por la fuerza. Previo a estos hechos, se habían intentado realizar gestiones para evitar llegar a una situación extrema. Sin embargo, ninguna dio resultado. Actualmente, la mujer y sus cuatro hijos se encuentran viviendo en condiciones precarias, en un galpón improvisado, similar a un invernáculo, con techo de nailon y cartón. “Mientras por un lado se anuncian cada vez más refugios organizados por distintas instituciones, para personas en situación de calle, por el otro, las propias dependencias del Estado son las que echan a las personas a la calle”, expresó la entrevistada.
SE BUSCA SOLUCIÓN
Cabe señalar que en esto ocurrió en el marco de los fríos intensos que se dieron y que la mujer debió afrontar junto a sus hijos menores de edad. Es por eso que ahora se está buscando una solución porque en las condiciones en que vive actualmente no son dignas y no generan la seguridad necesaria para vivir.