
Por Andrés Torterola.
Ante los conflictos bélicos en distintas partes del mundo y la creciente naturalización de hechos que han costado la vida a ciudadanos salteños, el filósofo Alberto Chiriff dialogó con CAMBIO para informar sobre la actividad titulada “Vidas Precarias”, que se llevará a cabo el sábado 26 de julio en Sarandí 106. Chiriff señaló que la precariedad de la vida es una condición existencial del ser humano: “El ser humano es profundamente vulnerable desde su nacimiento, es quien más cuidados necesita y depende completamente de otros y del entorno. Esa es una forma de precariedad”, explicó.
NATURALIZACIÓN DE GUERRAS
Sin embargo, la actividad prevista para el próximo sábado abordará otro tipo de precariedad, relacionada con los acontecimientos actuales en Medio Oriente. Chiriff recordó que ya se venían movilizando desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, y que hoy existen al menos cinco guerras activas en el mundo, donde mueren miles de personas. “Lo preocupante es cómo la sociedad ha naturalizado la existencia de guerras y la muerte masiva de civiles. Desde este lado del mundo, la vida continúa como si nada ocurriera, mientras se cometen genocidios que incluso han sido reconocidos por la ONU”, advirtió el filósofo. “En países como Uruguay y en la región, pareciera que todo eso pasara desapercibido, como si no importara”.
UNA VISIÓN DESDE SALTO
Pensar en cómo se distribuye la precariedad de las vidas implica, por ejemplo, caminar por la ciudad de Salto durante la noche. Basta con observar para darse cuenta de que hay vidas que mueren sin derecho al duelo. ¿Quién llora a las personas que fallecen en la calle? Nadie. Son noticia por un día, y luego el silencio. El poder del duelo es enorme: hay vidas consideradas dignas de ser lloradas, y otras que no. La propuesta de esta actividad es justamente mirar a nuestro alrededor y preguntarnos: ¿quiénes son hoy las vidas más precarias entre nosotros? Sin dudas, las personas en situación de calle aparecen en primer lugar. Son ciudadanos que pueden morir en cualquier momento. Y cuando llegan a ese punto, gran parte de la sociedad ya les ha quitado incluso el derecho a una muerte digna.
VIDAS DESPROTEGIDAS
Se trata de una cuestión profundamente filosófica, para la cual no existen respuestas simples. Si bien es un problema que debería abordarse desde lo político y lo administrativo, el propósito de esta actividad es reflexionar desde una perspectiva filosófica. La mayoría de las personas coincide en que nadie debería vivir en la calle, pero entonces cabe preguntarse: ¿qué ocurre en nuestra sociedad para que alguien llegue a esa situación? ¿Qué fallas estructurales, éticas y humanas permiten que ciertas vidas queden completamente desprotegidas? Ahí vuelve a aparecer el concepto de naturalización. El encuentro filosófico busca justamente generar un espacio para reflexionar y analizar los conceptos que incorporamos y asumimos, así como para entender por qué sentimos lo que sentimos frente a la precariedad de ciertas vidas. En teoría, todas las vidas son dignas —recordó—, pero en la práctica, no todas son tratadas como tales.