sábado 2 de agosto, 2025
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“Es el dinero tonto”

Dr. Pablo Perna
Por

Dr. Pablo Perna

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Por Pablo Perna
Esta columna no va a ser leída por personas que no sean instruidas o generadoras de opinión, por lo que nos tomamos la licencia de escribirla. Bill Clinton en 1993 se convertía en el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica ganándole a George Bush padre, siendo reelecto en 1996 ganándole a Bob Dole, ambas contiendas fueron parejas y se dice que cuando se le preguntó de cómo había ganado, afirmo: “Dumb Money”, que traducido al español significa “es el dinero tonto”. La frase si bien era popular en la jerga financiera donde los experimentados en las bolsas de valores la utilizaban para tomarles el pelo a los jóvenes inversores donde toman decisiones de manera impulsiva, no estratégicas; pero desde ese episodio se popularizo a nivel mundial para el mundo político.
“Dumb money” del punto de vista político y Jorge Batlle lo explicaba claramente cuando era presidente y vaticinaba el debacle del partido colorado para las elecciones del 2004 y 2005, significa que los números no mienten, ni son subjetivos, son fríos y objetivos. Las personas sin darse cuenta científicamente que los números y la economía rigen sus vidas, todos los pueblos democráticos inconscientemente seguirán apoyando al gobernante de turno, llámese presidente o intendente, mientras la económica sea estable y beneficie a las clases populares; esto significa que de existir crisis económicas o inestabilidades el pueblo tiende a cambiar al gobernante. Ejemplos sobran, pero los regionales más famosos fueron los gobiernos menemista bautizada como la época de “pizza con champán”; en Uruguay tenemos el triunfo por primera vez en la historia del Frente Amplio luego de la fenomenal crisis económica del 2002.
Para interpretar con números que es lo que ha sucedido en Salto de manera fría y comprender lo nefasto que han sido los 10 años del Gobierno de Lima, basta recordar que en el 2015 cuando Coutinho entrega el gobierno, la Intendencia de Salto debía por todo concepto la suma total de 37 millones de dólares. Lima le solicita a Coutihno que antes de que entregue el Gobierno, con los votos de colorados, blancos y también frenteamplistas, le votaran una línea de crédito de 40 millones de dólares a pagar a 15 años, con la finalidad de poder poner la caja de la Intendencia en cero para comenzar sin deudas. Confiados en las buenas intenciones de Lima sus primeras medidas fue cesar a 249 funcionarios con la finalidad de buscar un ahorro en la economía, pero luego vimos que esa cantidad, la cual fue superada ampliamente, fue sustituida por punteros políticos de izquierda.
¿Cómo termina la historia? Lima utiliza los 40 millones de dólares, pero no paga sus deudas, entregando la Intendencia a Albisu con deudas por 55 millones de dólares. Lo más sorprendente de todo es que la semana pasada nos desayunamos que Lima había solicitado un préstamo al BROU y que debía de cancelar la última cuota de 7 millones de dólares antes de entregar el Gobierno, por lo que la fecha límite era el 30 de junio. El BROU como garantía retendría partidas de la Intendencia por lo que Albisu no tendría para pagar los sueldos de la Comuna. El problema se solucionó rápidamente en virtud que la Junta Departamental de Salto habilita al intendente una nueva línea de crédito. Cuando muchos de izquierda se preguntan porque se perdió tan feo la Intendencia de Salto, la respuesta llevada al mundo bursátil seria “es el dinero tonto”.