Por Andrés Torterola
En su visita a Salto, el subdirector general de UTU, profesor Wilson Netto, señaló que la institución busca avanzar hacia un modelo ambidiestro, capaz de mantener y fortalecer lo que ya realiza, pero también de explorar nuevas formas de intervención. Afirmó que todo lo construido hasta ahora es reconocido y constituye la base para dar el siguiente paso.
PANORAMA EDUCATIVO
Netto recordó que en los últimos 20 años el panorama educativo ha cambiado de forma significativa. La Universidad de la República cuenta hoy con 160 mil estudiantes, de los cuales un 19% —unos 31 mil— cursa en el interior. La UTEC, inexistente hasta hace pocos años, suma actualmente 3.500 estudiantes. La formación docente reúne cerca de 30 mil, y UTU tiene 7.767 alumnos en el nivel terciario.
7% DE LA POBLACIÓN
Destacó que es una buena noticia que Uruguay tenga hoy la mayor cantidad de estudiantes terciarios de su historia. Sin embargo, advirtió que, sumando instituciones públicas y privadas, representan apenas el 7% de la población, lo que plantea un desafío importante. Señaló además que, pese a las dificultades, la educación terciaria ha ganado presencia en todo el país, generando más oportunidades para que los egresados desarrollen sus profesiones en sus lugares de origen. Aunque se ha logrado que muchos jóvenes permanezcan más tiempo junto a sus familias, aún no se alcanza una optimización en este sentido. Recordó que, tras culminar sus estudios, numerosos profesionales egresados en los últimos 15 años no encuentran espacios para ejercer en sus comunidades, lo que los obliga a migrar a otros puntos del país o al exterior. Ese, remarcó, es otro de los grandes desafíos a enfrentar.
ESPACIOS DE INTEGRACIÓN
Los nodos de innovación, presentados recientemente en los salones del Polo Educativo Informático de Salto, buscan consolidarse como una herramienta fundamental al servicio de la sociedad y del Estado uruguayo. La propuesta apunta a fortalecer el trabajo conjunto entre actores públicos y privados, con el objetivo de generar nuevas oportunidades de desarrollo social, ofrecer respuestas más eficientes a los sectores productivos y promover la creación de empleo de calidad. La iniciativa pretende impulsar espacios donde se integren conocimientos, tecnología y creatividad, fomentando proyectos que aporten soluciones concretas a las necesidades del territorio. Estos nodos aspiran a convertirse en motores de transformación, potenciando el talento local y facilitando la articulación entre instituciones educativas, empresas y organismos públicos. Estos son algunos de los grandes desafíos que el país enfrenta como sociedad, subrayando la importancia de continuar construyendo alianzas que permitan consolidar un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible.
