jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

Profesor de Geografía recorre el país caminando captando imágenes que comparte con alumnos

Por Daniel Spinelli.
Ángelo Parodi es profesor de Geografía egresado del IPA y además dicta clases en liceos de Salto. Su curiosidad y devoción por los accidentes geográficos del Uruguay, rutas, caminos, arroyos y cascadas, lo han llevado a comenzar una expedición que se han convertido en una experiencia inigualable para luego compartir en el aula. Más allá de las fotos de los libros y de la información que se pueda recoger de los sitios más relevantes de la geografía uruguaya, el docente considera que conocer estos lugares y poder percibirlos personalmente son -más allá de la aventura-, una forma de entender los cambios de la biodiversidad. Lo que comenzó como una aventura de mochilero, hoy se ha transformado en un proyecto personal que pretende extenderlo a quienes compartan esta curiosidad de conocer lugares, sitios y zonas del interior profundo del Uruguay y que además puedan disfrutar de la naturaleza nativa que regala el país en cada rincón.
EL PAISITO PROFUNDO
Parodi narró a CAMBIO que su último viaje fue a las “Cascadas de Tacuarembó”, un lugar al que describe como “un paraíso en medio del monte” y donde solo es posible percibirlo si se llega a este lugar. En sus expediciones, solo lleva su mochila, alimentos, una carpa iglú y su cámara de fotos. Su ruta de viaje es caminar y muchas veces ha sido llevado por lugareños que lo acercan a los lugares que tiene como destino.
Otras veces ha sido muy bien recibido en estancias y establecimientos donde pasa la noche, pero otras le ha tocado quedarse en medio de la inmensidad del monte en su carpa y rodeado por la naturaleza. “Nuestro país, además de las mentadas forestación, avance de la frontera agrícola y expansión del cultivo de soja, cuenta con lugares cuenta con lugares vírgenes sin visitar”, dijo el docente. Agrega que puntualmente en esta zona que visitó en Tacuarembó, las Cuchillas Negra y Haedo presentan hacia el este un borde escarpado que cae en forma abrupta llamado “escarpa basáltica” y que fue labrado por la erosión en sus nacientes por los afluentes del río Tacuarembó que vuelcan sus aguas en forma de cascadas. Según explicó estos arroyos (Lunarejo, Laureles, Tres Cruces), durante milenios se han ido encajonando formando profundas quebradas, -en algunos casos con paredes de hasta 40 metros-, que los lugareños le llaman: “Peraos”.
EL SALTO DEL ÁNGEL
Parodi dijo que estos arroyos en su descenso a unos 300 metros de altura hacia el río Tacuarembó, sortean los desniveles en su cauces, formando cascadas y saltos, siendo “un verdadero placer visual el poder observarlos”.
El “Salto del Ángel” como se le denomina, -según el docente-, es una de las cascadas más grandes del mundo y guarda aspectos muy interesantes que solo se pueden percibir estando en el lugar.
CLASES EXTRA AULAS
Para Parodi sus clases de geografía toman otra dimensión si mediante fotos y filmaciones les puede acercar a sus alumnos estos lugares que se estudian en libros, pero, que tienen otros aspectos que ayudan a entender su formación. Su proyecto extra-aula se basa justamente en que los alumnos puedan conocer las zonas que se mencionan en la bibliografía y entender que el Uruguay es un país muy rico en cuanto a geografía y lugares muy bellos y desconocidos. Su planificación de los viajes los hace en las vacaciones para que no coincidan con sus clases y antes de salir planifica los sitios que va a recorrer. En interior del departamento de Salto guarda lugares recónditos que muy pocos saben e incluso saltos de agua y zonas de monte con fauna autóctona que se pueden apreciar. Es importante destacar que no realiza caza de animales y adopta todas las precauciones necesarias a la hora de encender un fogón en la noche. La asistencia en establecimientos ganaderos muchas veces extienden su recorrido, pero su alimentación y agua son llevadas en la mochila puesto que sus expediciones no agreden al medio ambiente.
UN LARGO SUEÑO
Parodi sueña con lograr algún día establecer un grupo de expedición, con gente que tenga curiosidad de conocer estos lugares del Uruguay y que está dispuesto a quedarse noches en el monte y caminar y recorrer zonas que muy pocos conocen. En sus clases en el Liceo Nº 7 el año pasado, compartió con sus alumnos algunas de estas experiencias y siempre lo hace de acuerdo al tema que se aborde en el aula. Espera además que algún día se promuevan este tipo de actividades extra aula donde los estudiantes puedan recorrer y percibir ellos mismos los accidentes geográficos, mesetas, cuchillas, arroyos, cascadas y zonas de monte nativo que leen en los libros. Para febrero, el docente tiene programada otra expedición donde pretende recorrer lugares del interior de Salto, zonas que quedan en límite con Tacuarembó, donde se pueden apreciar los cerros y mesetas que se roban el protagonismo de esos paisajes naturales.