Se cumplió aniversario del debut de Salto Fútbol Club en el profesionalismo de la AUF, una institución que tuvo una muy buena primera temporada pero que en la segunda no se manejó bien y terminó abandonando por problemas económicos.
Junto a Jorge Castagnaro, el “Bujía” Alcides Nieto conformaba la dupla técnica en el comienzo. El entrenador recordó como se conformó el plantel y las dificultades que se tuvieron para competir a un nivel desconocido.
EL ARRANQUE
“Nos sorprendió a los dos, tanto a mi como a Jorge (Castagnaro). No era fácil. Había un rumor de que podía surgir el equipo profesional pero no teníamos idea, primero que íbamos a ser nosotros los técnicos. En primera instancia íbamos a ser una dupla, después a Jorge se le complicó porque no tenía el carné de entrenador, entonces quedaba en la parte física. Cumplimos los dos la dirección técnica y la elección de jugadores».
La primera charla fue con Walter Martínez (presidente del club) y sus compañeros, que nos propusieron que trabajáramos los dos. Nos entusiasmó por ser una linda experiencia para la ciudad y para nosotros mismos, pero que era muy difícil por el rumor se escuchaba siempre, que había clubes que no prestaban a sus mejores jugadores. Al acordar con los dirigentes empezamos a sondear con los jugadores si les interesaba trabajar con nosotros, después en arreglar lo económico con los dirigentes y adaptarse luego a un entrenamiento fuerte, por tratarse del fútbol profesional de ese momento. Primero queríamos saber que quisieran estar y que pudieran, porque capaz elegíamos a alguno y el club no lo iba ceder. No fue fácil afinar todo eso, recorrimos muchísimo, hablando con los jugadores, tratando de convencerlos. Así se fue armando todo.»
LA EVOLUCIÓN Y LOS 15 PARTIDOS SIN PERDER
Sabíamos que en lo que más diferencia había era en la parte física, en la potencia, el juego aéreo y así sucedió en los primeros partidos. Después lo pudimos solucionar para tener una racha de 15 partidos sin perder.
En ese primer año Walter Galliazzi nos ayudó mucho en lo económico a nosotros y al club, con dinero para cuerpo técnico y algunos jugadores. Aportó mucho para las comidas, los viajes y se aseguraba que todos tuviéramos lo necesario. Lamentablemente después se alejó, pero quería destacar a Walter porque fue muy importante para que Salto llegue a estar peleando la posibilidad de ascender.»
«Con el correr de los partidos se fueron corrigiendo un montón de cosas, que eran pequeñas pero nos complicaban, empezamos a ser muy sólidos en defensa, encontramos el gol más seguido, nos adaptamos mucho más al profesionalismo y así crecimos y logramos muchos triunfos trabajosos, eran casi siempre sufridos porque debíamos viajar quince veces a la capital y ellos venían una sola vez. Era una diferencia grande en lo futbolístico y en los gastos que eso generaba.»
EL SEGUNDO AÑO SIN GALLIAZZI, LA «DEBACLE»
«En el caso que hubiéramos ascendido ese primer año, se iba a tener mucho más apoyo. Ya se había charlado con personas que al principio no creían mucho en ésto y al final la gente apoyó mucho más, incluso en Montevideo nos acompañaron bastante. Después pasaron cosas que no nos permitieron continuar al año siguiente, Walter (Galliazzi), que en lo económico era el que aportaba la mayor parte, pidió estar en la comisión o tener un vocero en reuniones de directiva y no le permitieron. Ahí se vino la debacle y con Jorge Castagnaro decidimos no continuar porque sin el apoyo de Walter los jugadores iban a pasar mal y fue lo que terminó pasando, después de haber finalizado muy cerca del ascenso. Ya habíamos tenido contacto con jugadores que querían salir de sus clubes de Salto, a los que antes no los prestaban. Era una linda oportunidad para seguir pero pasó eso, que era algo lógico que quien aportaba dinero quería tener conocimiento de hacia dónde se lo destinaba.»
SALTO TIENE TODO
«En la región norte debería existir un club profesional. Salto reúne todas las condiciones, el tema está en que se quieran unir y trabajar, sin mirar los intereses personales de que si no estoy no apoyo, como pasó en aquel momento. Gracias a esa experiencia se transfirieron varios jugadores y algunos aún siguen, como Braian Martínez, Juan Salaberry y David Díaz; fueron siete en total. Eso te da la posibilidad de hacer una venta posterior y facilita al jugador con 22 o 23 años a que lo puedan llevar, lo que a su vez ayudaría a las arcas del club, en el caso que se vuelva a formar.»
«Actualmente hay más entrenadores que pueden trabajar a ese nivel porque realizaron el curso de entrenadores, o sea que Salto tiene todas las condiciones, sea un club o una selección. No tengo dudas que el apoyo de la gente estará. Se hacen complicados los viajes porque son muchos, pero está el ejemplo de Cerro Largo que lo puede hacer.”
