sábado 21 de septiembre, 2024
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«Eran jugadores de experiencia mentalizados en jugar esos partidos»

Un jugador nacido en el interior del departamento Belén, que desde joven hizo historia en el fútbol salteño y selecciones salteñas, dejando su sello de haber conquistado más de 800 goles, una cifra récord. Jugó en Once Estrellas de Belén, Peñarol y Ferro Carril en Salto. Walter Eduardo “Paisano” Finozzi en diálogo con CAMBIO cuenta su carrera como jugador de fútbol.
«Como todo jugador desde muy niño, cuando tuve uso de razón me gustó jugar al fútbol. Nací en Belén, mi padre tenía un comercio y a una cuadra más o menos del comecio de mi viejo había un terreno que con todos los gurises de la zona usábamos para jugar al fútbol, se juntaba la barra de la escuela, amigos, todos el barrio. Pasábamos horas de campito jugando al fútbol, armabamos una canchita con arcos de caña, hacíamos fila y armábamos distintos cuadros, hablamos de 10 o 11 años, porque en esa época no había baby fútbol, era el potrero; esos fueron mis comienzos.»
«Cuando fuimos madurando, un poco adolescentes, ya había equipos en Bélen en primera y reserva que eran los juveniles, ahí fue que nosotros formamos Once Estrellas, justamente con ese cuadro que teníamos desde niños. Con esa base formamos un buen equipo y salimos campeones tres años consecutivos. Yo tenía un tío en Salto, que siempre hablaba de que yo tenía una condición de hacer muchos goles en todos los partidos que era un goleador, incluso en juveniles de Once Estrella. Y Peñarol va a Belén para jugar un amistoso con Once Estrellas, yo ya con 17 años en primera, y tuvimos la suerte de ganarle 5 a 1 y yo haciendo cuatro goles. ‘Mirá el goleador que tanto nos hablaron’, dijeron. Así fue como llego a Salto a jugar en Peñarol en el año 63′. Si bien tenía la casa de mi tío para quedarme, en principio venía todos los sábados a Salto para jugar. Cuando cumplí los 18 años y quería trabajar, me vine del todo a Salto porque Peñarol me consiguió un trabajo. Esa es parte de mi historia en el fútbol, de la cual estoy muy agradecido. A través del fútbol y en este caso la gente de Peñarol, fue que un hombre del interior llega a la ciudad y con un trabajo, donde dure toda la vida hasta que me jubilé, que fue Antel.»
LOS TÍTULOS
La campaña en 1969, no era fácil salir campeón de la “B” llamada Intermedia en aquellos años, donde el fútbol salteño tenía cinco divisionales. En intermedia todos los partidos eran finales, estaba Gladiador, Salto Nuevo, Progreso, Ceibal, y otros equipos, fuertes, Dublín, y me voy a olvidar de otros buenos cuadros. Además eran 10 clubes, se jugaba 2 ruedas todos contra todos local y visitante, en un total de 18 fechas y el que sumaba más puntos lograba el ascenso era un solo ascenso. Pero en el 68′ con los hermanos Quintana, los Rocha, los Rolfo, y otros tantos de un equipo que se fue formando con gente de exeriencia y muchos jóvenes, como el caso de Orestes Rolfo, lo que llevó a hacer una gran campaña y ganar el campeonato y lograr el ascenso de forma adelantada. Terminamos invictos y ganamos todos los partidos, empatamos uno con Dublín me parece pero ya estábamos ascendidos.»
«Era un equipo que estaba muy unido, donde todos eran muy compañeros, fundamental en el fútbol para lo obtencion de logros, a lo que estoy muy agradecidos con ellos de haber sido parte de aquel Peñarol que terminó haciendo historia.»
LA SEGUNDA ETAPA
«Después aprovechando el buen momento del equipo vino el campeoanto en primera, hoy la “A” del campeonato salteño, donde se hizo otro gran campeonato, y terminamos a lo largo de 2 ruedas igualados con Ferro Carril, que venía de salir campeón dos años de corrido y iba por el tercero, y ganamos aquella recordada final (4-3) que hice ttres goles, justamente a Ramón Rivas, jugando a Estadio Dickinson lleno. Fue la última vez que Peñarol salió campeón en primera, por eso hoy el recuerdo de ese campeonato tiene mayor valía para ellos.»
«Cuenta la historia, no lo digo yo, que esa fue una de la mejores finales que tuvo el fútbol salteño, una gran final como pocas, por lo emotiva que fue, de ida y vuelta, buenos jugadores, se jugó un gran partido y la cantidad de gente que fue a ver esa final, cuando se habla de finales del fútbol salteño aparece siempre esa de 1969, cuando en esos años no existía la liguilla. «