En la década del 70′ vistió las camisetas de Saladero, Tigre y Gladiador y la de la selección salteña, como la recordada campeona del Litoral e Interior en 1979. Una riquísima carrera la de Juan Francisco Vallejos, que cuenta su historia.
«Yo vivía en la esquina de la sede de Tigre cuando gurí. Allí jugábamos con 5 o 6 años en la calle y después en la cancha que está frente a la sede, donde hacíamos campeonatos con gurises que venían de otros lados. Pasábamos la tarde jugando al fútbol, que era lo que más nos gustaba. Después, con 11 años me fui a Saladero, me mudé de barrio, cerca de la cancha, pero siempre recuerdo también cuando jugaba en la Obra Social Don Bosco, salíamos de estudiar y nos íbamos a jugar a la pelota. El que estaba al frente de todo era el Padre Ponce De León, pero al que no iba a catecismo no lo dejaban jugar. Venían gurises de todos lados, pero eso sí, primero a estudiar y luego a jugar. Los fines de semana se hacían grandes campeonatos, venían cuadros de Paysandú y de otros lados, se formaban varias canchas, hermosos campeonatos. Ahora no recuerdo mucho, estoy con 68 años, pero de estos campeonatos salían grandes jugadores. La formación del jugador la daba la calle, jugar todo el día y luego esos campeonatos, donde el jugador tenía su impronta.»
EL «PASE» A PRIMERA
«Cuando vine a vivir a Saladero, con 11 años me inscribo para jugar en Saladero. En ese tiempo había cuarta, tercera y reserva y empecé jugando en cuarta, pero también jugaba en tercera y reserva, hasta que un día con 13 años pero mucha madurez por entreverarme con gente de experiencia, me toca debutar en primera. El técnico de primera era Luis Ernesto ‘Loco’ Pérez, que había sido gran jugador, en Nacional y en la selección salteña. Me vio en inferiores y me subió; estuve medio año de suplente. En esa época iba mucha gente al fútbol y a mí la hinchada me pedía; recuerdo a la ‘Gallega’ Torgnascioli, que me conocía de gurí.»
«En la segunda rueda, en el Ambrosoni, ante Universitario perdíamos 3 a 1 el primer tiempo y para el segundo el técnicosaca al ‘Charo’ Ardaix y me pone a mí, pero como zaguero. Me tocó marcar a Izaguirre, un ‘9’ que nos había hecho los goles. Traté de marcarlo de la mejor manera, dimos vuelta el partido y terminamos ganando 4 a 3. Al otro día los diarios de Salto pusieron ‘Vallejos le puso candado al arco de Saladero’. »
«Si bien saltaba bien tenía poca estatura y me pasaron a lateral derecho, posición en la que me conocieron todos. Cuando cumplí 18 años me fui a jugar a Gladiador. Vino el ‘Pichu’ Vargas a hablarme, quería saber mis pretensiones. Le dije que quería trabajo, en ese entonces trabajaba de camionero con mi padre y los fines de semana lloraba para que no me llevara; viajábamos mucho y yo quería quedarme para el fútbol. Y fue así que por un trabajo salió mi pase a Gladiador.»
LA SELECCIÓN, EL RETIRO Y LA REFLEXIÓN
«Jugué años en Gladiador con grandes jugadores, el ‘Negro’ Marín al arco, el zaguero ‘Beto’ Bermúdez Carlos Barreiro, Moraes, Omar Chiappa, recuerdo una delantera con ‘Chirimino’ Alvez, Juan Domingo Bermúdez y Juan Carlos Bermúdez, los ‘Mellizos’. Buena amistad también me dejó el fútbol.»
«Hasta que un año juego en Tigre, nos vinimos con el ‘Tronco’ Zanotta y Omar Chiappa. Lo que es el fútbol, con Gladiador jugamos muchas liguillas, siempre en la definición y en ese año a Gladiador le toca descender. Pero al año siguiente ascendimos. Después vengo a Saladero, que estaba en la ‘C’, y después de perder tres finales se me dio en la cuarta ganar y lograr el ascenso con Saladero. Ahí me retiro del fútbol.»
«Jugar en la selección para mí fue lo máximo, más en esa época, donde jugadores como yo había muchos pero siempre digo que Don Raúl Banfi me citó porque yo era fuerte para jugar los Litorales de antes, no sólo era jugar bien sino responder en momentos complicados, como jugar en Río Negro, Mercedes, Artigas mismo. Lo que tenía es que era guerrero y corajudo, no tenía mucha técnica, ni buena salida.»
«Yo me pongo a pensar, por qué cambio tanto el fútbol y creo que lo que cambió fue la sociedad salteña. La gente tenía otra forma de ser, otros valores, que se perdieron, por eso pasan cosas que antes no pasaban. Creo que es un problema social que contribuyó a que el fútbol cambie, que la gente no vaya tanto a la cancha. Se perdió lo lindo de querer jugar siempre, defender la camiseta de tus amores con pasión. Ahora juegan por la plata, por eso le pierden las ganas a defender la camiseta de la selección. Cuando fui técnico le decía a todos los gurises ‘ustedes quieren llegar a triunfar, primero tienen que aprender a ser buena gente y después sacrificarse, entrenar, ser humildes y espear su oportunidad’. Son jugadores de acá, tan bien no juegan, sino no estarían acá. Creo que pasa por la enseñanza de los mayores.»
«Voy a ver liguillas, la selección que nadie va a ver, y el fútbol pasa mucho por lo físico, por los sistemas, se juega más a ganar que al fútbol. Lamentablemente se perdió el fútbol del campito, hay otras prioridades que han matado nuestro fútbol.»
