martes 23 de abril, 2024
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Retener las vacas preñadas y no enviarlas a faena debería ser premiado, según diputado sanducero

El diputado del Partido Colorado por el departamento de Paysandú, Carlos Moreno, está trabajando «en una herramienta que no intervenga el mercado pero ayude a recomponer el stock vacuno e incentive a los criadores para cuidar la vaca preñada», con el objetivo de «nivelar la faltante de ganado para la industria que hoy existe en nuestro país», explicó el representante nacional.
Con el objetivo de conocer el volumen de vacas que se procesan estando en gestación, Moreno se reunió con el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Mattos, a quien le solicitó un pedido de informe. Según la información recibida, «en los registros oficiales del INAC no existen datos sobre cuántas vacas preñadas se faenan, pero los frigoríficos tienen un registro aunque no se transfiere a nivel oficial», señaló Moreno.
«La última auditoría que analizó este tema fue realizada en conjunto por el INAC, INIA y la Universidad de Colorado State entre otoño y primavera del 2013. En ese momento se faenó un 23,5% de animales preñados, dentro de una faena total de 871.918 vientres, osea que se mataron unos 205.000 terneros», comentó Moreno.
«La idea ahora es buscar una herramienta que motive al criador a quedarse con los vientres preñados en vez de mandarlos a la industria. Pero, por ejemplo, en el caso de un invernador al que le ingrese el toro del vecino hay que pensar un instrumento a través del cual este productor no deje de percibir el ingreso que se merece para salvaguardar esas vacas», dijo el diputado, subrayando que «actualmente los precios de la vaca preñada y la vaca de industria son similares».
«Sin intervenir el mercado y cuidando todos los eslabones de la cadena cárnica, buscamos encontrar la herramienta para solucionar este tema», destacó Moreno, explicando que «la vaca preñada se tendría que quedar en el campo del productor criador, pero hay que buscar un instrumento que no sea un subsidio sino un beneficio fiscal para cuando a un invernador se le preña una vaca», indicó.
Moreno destacó que otro argumento a favor es que «la industria no les paga el neonato a los productores sino que se los descuenta y esto es algo injusto», concluyó.