jueves 24 de abril, 2025
  • 8 am

“Nunca me gustó tener una copa arriba de la mesa siendo comprada”

Alvaro Lima

Un gran jugador que tuvo el fútbol salteño, goleador como pocos, fue Luis Alberto ‘Gringo’ Cavani. Arrancó en el fútbol agrario, ganó varios campeonatos con Salto Uruguay y selecciones salteñas y tuvo un pasaje por el fútbol de la capital en Oriental de La Paz, para continuar como técnico de la selección salteña.
«Nací en la Colonia Osimani, donde estoy viviendo actualmente, el 13 de junio de 1954. En la chacra, en un espacio habíamos hecho una cancha y nos juntábamos con todos los vecinos, en verano hasta de noche jugábamos. Fue una época hermosa. Siempre le digo a todos que si un día Dios me da la posibilidad de volver a vivir y me dice que querés ser le digo ‘lo mismo, que cuando fui chico corríamos detrás de una pelota’. Éramos tan felices… Con 10 u 11 años jugabámos con gente mucho mayor que nosotros, gente de todas las edades y muchos con más de 40 años; el aprendizaje que hoy le falta a los gurises, donde en el baby los clasifican por edades. Antes no había baby y el gurí se hacía al lado de gente grande, maduraba más rápido y con 15 el que pintaba para jugador jugaba en primera. ¡Y había que jugar en esos tiempos en primera! Recuerdo haber jugado con el ‘Indio’ Dalmao, el ‘Tanque’ Lleme, el ‘Diablo’ Larrosa, con ellos y otros grandes jugadores, donde era muy lindo jugar y aprender mucho. Hoy el gurí tiene otras cosas y ya no quiere jugar al fútbol, los padres tienen que llevarlos, no tienen constancia. Además se perdió el campito y hay mil cosas para enojarse pero nunca cuando se pierde un partido. Los padres deben tratar de mejorar lo malo y disfrutar de lo bueno de un hijo, que disfrute y después si tiene las condiciones y le gusta, pueda triunfar en el fútbol».
COLUMBIA, HINDÚ, SALTO URUGUAY Y NACIONAL
«Con 15 años me tocó jugar en primera de Columbia y en Manatiales en Liga Agraria. Después el Campeonato del Río Uruguay con la selección Agraria, yo siendo un gurí y jugando con grandes jugadores de esa época, como el ‘Negrito’ Beltramelli, ‘Pinocho’ Alonso, el ‘Vasco’ Luzuriaga, gente que hoy anda arriba de los 70 años. No cualquiera jugaba ese tipo de campeonatos y salía campeón, todo eso a mí me dejó una rica enseñanza. Siempre me gustó jugar de ‘9’ pero en mis comienzos estuve en varios puestos, cuando llegué a Hindú que era un equipo con un plantel corto alcance a jugar hasta de ‘5’ de marcador de punta, pero después el que me definió como ‘9’ en Salto Uruguay fue ‘Pirulo’ Da Cunda, que fue el que me llevó y lo primero que me dijo fue ‘vos tenes que ser el ‘9’ de Salto Uruguay’ y ahí empezó mi carrera goleadora. En el 87′ en la final del ascenso con Nacional le ganamos a Hindú 3 a 1, nos quedamos sin ‘5’ y le digo al técnico ‘Pichirica’ Fagúndez, ‘no te hagas problema juego ahí’, y pusimos a Pablo Irigoyen de ‘9’, que venía de una lesión».
«Después pasé a Hindú de la Liga Salteña, por un amigo. En aquel tiempo los jugadores salteños que jugaban en la ‘B’ después podían jugar en el fútbol agrario, terminaban los partidos en Salto y un dirigente los iba a esperar y los llevaba, pero antes se hacían unos campeonatos de Semana Santa, donde venían jugadores de todos lados a jugar. Eso fue lo que me vinculó a Hindú, me vieron jugar ese campeonato por recomendaciones y así empece a jugar en el fútbol salteño, de 1974 a 1979. Después, del 80′ al 86′ jugué en Salto Uruguay, luego me fui a Nacional, donde terminé mi carrera.»
«Tuve la oportunidad de jugar en Oriental de La Paz, que peleaba el ascenso a primera de la AUF, un equipo bien de abajo, de mucho sacrificio y con una gran hinchada. Lo que encontré en esa gente fue el cariño; la forma en que me trataron no está escrito. Siempre fui muy ‘amiguero’, prefería estar en Salto con mis amigos que en Montevideo, donde en varias oportunidades, me hablaron para ir, pero estuve solo esa temporada en Oriental por la forma en que me trataron. Cuando Rentistas estuvo en primera y tenía un buen cuadro, tenía todo arreglado para ir ese año, hicieron un buen campeonato, pero antes de empezar me volví a Salto. Nunca me gustó la capital, me sentía acá tan cómodo rodeado de gente amiga…»
EL COPETÍN Y LOS AMIGOS QUE NO ERAN
«Algo que siempre le dije a mis hijos que no lo hicieran… los sábados me ponía a tomar un ‘copetín’, después eran las tres de la mañana y venía uno y me decía ‘¿qué estás haciendo? y tomando una cerveza con los muchachos’, todavía me decían ‘andate que mañana tenés que jugar’, sin embargo los que estaban tomando conmigo, que yo creía eran mis amigos, decían ‘no hagas caso’ y eso después terminó siendo malo en mi carrera como jugador de fútbol. Mis amigos eran los que me decían ‘andate temprano que mañana tenés que jugar’, cosas que uno aprendió para luego enseñar a sus hijos, recalcando que lo primero es el cuidado personal, la disciplina y un buen descanso para llegar lejos en el fútbol».
«Había excelentes planteles, cuerpos técnicos, dirigentes, personas de bien, jugadores que dejaban la vida por la selección. Hoy se ve un técnico trabajando y 20 personas de afuera que le están dando por la cabeza, lo están criticando. Un ejemplo el ‘Gringo’ Banfi fue 15 años técnico de la selección ¿y quién decía algo? Además de haber ganado muchas cosas, a ningún técnico de aquella época le ibas a sacar que hablara algo malo del técnico, se respetaba al técnico de la selección, que no pasa hoy, a pesar de salir campeón te critican igual. Sin ir más lejos le pasó a Noboa, que hizo buenas campañas y salió campeón pero se lo critica igual, son cosas que le hacen mucho mal a nuestro fútbol. Con poco apoyo, y lo digo porque tengo un hijo que juega en la selección y soy amigo de todos los jugadores y sé el esfuerzo que hicieron para lograr el campeonato. Además antes había más firmas comerciales que apoyaban a la selección, que hoy no están».