NO, PERO SI…
Alguien alguna vez dijo: El Uruguay no es racista, pero tiene racismo. De esa manera el autor de la frase pretendía transmitir que si bien existen personas que rechazan a otras por su color de piel o cultura, la inmensa mayoría de nosotros somos indiferentes a esas cuestiones al momento de valorar a una persona. La afirmación perfectamente podría utilizarse para definirnos en el plano de la xenofobia, que según la Real academia Española significa: Fobia a los extranjeros.
XENOFOBIA
El latido anterior viene a cuento a que según un estudio realizado por CERES, los Uruguayos recibimos y tratamos muy bien a los extranjeros que elijen vivir en nuestro país, pero también en este plano tenemos «manchas». Así lo confirma lo que le sucedió a un vecino de nuestra ciudad, nacido en Argentina, que eligió nuestro país para vivir. Radicado en Salto hace muchos años, es esposo y padre de salteñas y llegó a una gomería con el fin de que le emparcharan un neumático y quien lo atendió se negó a brindarle el servicio. Ante la interrogante de «¿por qué no?», la respuesta fue; «Porque sos argentino»… Sin palabras
TESTAMENTO DE LA PIOLITA
Quienes relatan la historia la colocan en la columna de las leyendas, pero no falta quien asegure que lo sucedido es absolutamente cierto. Nos referimos a la historia conocida como el testamento de la piolita protagonizada involuntariamente por don Saturnino Ribes. Ribes era un acaudalado empresario naviero de nuestra ciudad que ante el advenimiento de su muerte estampó en un testamento su voluntad de que su fortuna fuera repartida entre todos sus empleados, dejando solo una ínfima parte a sus abogados, escribano y médicos, quienes consideraban que lo que recibirían era insuficiente.
TESTAMENTO DE LA PIOLITA (II)
…Y el fatídico día llegó. Ese día, los empleados domésticos fueron llamados a ser testigos de la última voluntad de don Saturnino. En una oscura y lúgubre habitación, donde no se podía ver claramente, los empleados domésticos pudieron apreciar que ante cada pregunta del abogado el patrón asentía con la cabeza. Cada interrogante entregaba parte de la fortuna a los profesionales y ante el asentimiento del Patrón, el escribano daba fe.
UN PROBLEMÓN
«El problema es que los ciudadanos que piensan con su propia cabeza y no siguen la lealtad partidaria son cada vez más en el Uruguay». La frase fue vertida por el senador frenteamplista Enrique Rubio en un programa radial, capitalino y disparó un sin fin de comentarios. Ninguno a favor, por cierto. Pero lo de Rubio no es nuevo, un gaff similar se le escapó en el 2008 en una nota periodística. Entonces Rubio era ministro de Estado y sin ningún problema aseguró algo así como: «si logramos transformar en votos las asistencias en dinero que hace el gobierno a través del MIDES, ganamos las elecciones”.
Latidos