Las enfermedades trasmitidas por el mosquito Aedes aegypti son un grave problema de salud pública en las Américas. Desde la década del 90 el dengue es un desafío en la región por su diseminación a nuevos territorios y por el aumento del número de casos y consecuentes fallecimientos. El principal método de control es la eliminación de los sitios de cría del mosquito. Tapar, poner bajo techo, dar vuelta, perforar, rellenar con arena, descartar, todos los cacharros y recipientes en dónde puede estancarse agua siguen siendo acciones indispensables para combatir el mosquito.
CUATRO SEROTIPOS
Se ha comprobado la circulación de los cuatro serotipos de dengue (Den-1, 2, 3, 4) en varios territorios, lo que aumenta el riesgo de aparición de las formas graves de la enfermedad. Durante 2018, según la plataforma PLISA de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región de las Américas reportó 561.398 casos de dengue, de los cuales 265.934 correspondieron a Brasil; debemos retroceder 13 años para encontrar cifras tan bajas en Brasil y en la región, mientras que en 2019 se superaron los tres millones de casos y se notificaron 1776 muertes por esta causa, lo que constituye un récord histórico. En 2020, a pesar de los desafíos que impuso la pandemia de covid-19, la OPS informó que hubo un total de 2.300.558 casos de dengue.
SALTO TUVO
CIRCULACIÓN VIRAL
El último caso de dengue autóctono en nuestro país se había registrado en 1916; en 1997 se notificaron una decena de casos importados, en su mayoría provenientes de países americanos, hasta que en 2016 se detectó el primer brote autóctono de dengue luego de 100 años. En 2020 también hubo circulación viral en los departamentos de Salto y San José, pero el cierre de fronteras debido a la pandemia de covid-19 detuvo la entrada de casos de dengue importados.
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