Los horarios reducidos -además de ser el único ingreso terrestre- dificulta mucho el tránsito para los residentes en ambas ciudades que viajan a diario por temas laborales. Los integrantes del grupo “Puente” afirman que pasan las semanas y el cruce no se agiliza. El pasado día 18 de octubre se habilitó el ingreso a Argentina por el puente de Salto Grande, sin embargo, la apertura sigue planteando una serie de dificultades a las familias binacionales fronterizas.
INCONVENIENTES
Por un lado, al ser el único puente entre tres, que permite el ingreso desde Uruguay hacia Argentina -y encima con un horario restringido de 8 a 16 horas- se producen aglomeraciones de personas, desesperadas por cruzar, dentro de ese horario, y antes de que se venzan los test exigidos para el ingreso. A esto se suma que no se hacen filas diferenciadas entre los turistas y el TVF y las personas que residen en Salto y/o Concordia, y que cruzan todos o casi todos los días, por las características de su vida binacional, familia, trabajo o estudio. Sin embargo esto sí se hace con los camioneros, que tienen una ventanilla de atención especial. Por otro lado la dificultad económica que significa cubrir los costos de los PCR y de los seguros covid, que ambos países exigen para ingresar.
BORDET PIDIÓ REAPERTURA
Por su parte el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, mantuvo un encuentro con el canciller argentino, Santiago Cafiero, donde -entre otros temas- puso sobre la mesa la necesidad de habilitar los pasos fronterizos de Colón y Gualeguaychú con nuestro país “a la brevedad posible”, dijo. El mandatario detalló que mantuvieron una reunión donde se avanzó en una agenda bilateral con Uruguay. Y recordó que la provincia de Entre Ríos “tiene casi 500 kilómetros de frontera con el hermano país y hay una interacción muy importante que hace a la integración tanto de ciudades en la margen oriental del río Uruguay como en la margen de la costa entrerriana y esto lleva adelante distintos tipos de políticas que son de interés mutuo”.
