jueves 25 de abril, 2024
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Emisora del Éxodo Historia de una alcaldada (II)

Leonardo Vinci
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Leonardo Vinci

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Por Leonardo Vinci
Habiendo requerido la URSEC que presentáramos la sucesión de Don Ramón Vinci, una vez que se pronunció el juez actuante, la presentamos en octubre del 2002.
También allí debió terminar el trámite.
Pero no.
Ahora se les ocurrió pedirnos el Certificado de Resultancia de Autos.
Explicamos entonces que el mismo tenía la finalidad de ser un documento probatorio mediante el cual un sucesor acredita que sus derechos han sido adquiridos por el modo sucesión. Ese documento hace conocer a terceros las modificaciones producidas en la titularidad de los derechos reales y permite hacer oponibles y eficaces los derechos adquiridos.
Como hemos visto, las radios no son hereditarias.
¿Para qué pedirnos ese certificado?
Le dijimos a la Administración entonces que su exigencia era “arbitraria y sin fundamento”
No habían pasado dos meses desde que asumiera el nuevo gobierno y ya tenían pronto un proyecto de resolución despojándonos de los permisos y adjudicando uno de ellos, directamente, a otra persona.
Tanta fue la mala fe, que en vez de notificarnos en nuestros domicilios constituidos, como preveen la normas vigentes, lo hicieron mediante un fax a la Junta Departamental. Sólo por la buena voluntad de sus funcionarios nos enteramos de lo que se tramaba.
Estando el proyecto de resolución a estudio en el Ministerio de Industrias, la sala de abogados determinó que “todas las notificaciones practicadas por la URSEC al Sr. Leonardo Vinci estuvieron viciadas de nulidad absoluta…”
Además, los abogados del Ministerio sostuvieron que no era necesario presentar el certificado de resultancia de autos y que mis derechos podían ser probados “con la declaratoria de heredero o por certificado notarial”.
Nos dieron la razón.
Pero, por las dudas, les presentamos el famoso certificado de resultancia de autos.
Habiendo sido desautorizados los abogados de la URSEC de manera tan categórica, ahora sí debió terminar el trámite.
Pero no.
Se les ocurrió que debía hacer la sucesión de mi madre, que nada tenía que ver con la radio, que durante 8 años desde la muerte de mi padre no hizo ninguna reclamación y que además, en la hoja 2 del expediente principal dijo a que era su deseo que yo quedara como único permisionario.
No les importó. Tal como se lo dijimos a la Administración de entonces “parece que no leen nuestros escritos”
Largos meses después, de buenas a primeras, el Sub Secretario le indica a un abogado que informe sobre la situación de FM del Éxodo y Radio Cultural. A una velocidad pasmosa, en 24 horas, el asesor estudió expedientes de 300 fojas y preparó una síntesis de 4 páginas. Básicamente se hacía eco de las exigencias de la URSEC, pero dejaban claramente sentado que se trataba de dos radios y de dos casos totalmente diferentes. Además, sugería que me notificaran acerca de la existencia de las nuevas actuaciones
La URSEC nunca me notificó. Más adelante, el Ministro ordenó que lo hicieran. (Ahora ya no fue una sugerencia) Pero la URSEC tampoco lo hizo. Comenzaron un expediente nuevo hasta que dos años después, el Presidente de la URSEC declaró en salto en el Año 2009 que la radio estaba clausurada.
Habiendo adelantado opinión sobre un asunto en el que debía intervenir, lo impugnamos de acuerdo al decreto 500.
¿qué hizo el gobierno?
Nada.
Siguieron adelante con un tercer proyecto de resolución quitándome la onda.
En esos días descubrimos el nuevo expediente y reclamamos que fueran adjuntados todos los documentos anteriores. Pero desaparecieron misteriosamente en el despacho del Sub Secretario.
¿Hicieron alguna investigación? ¿Nombraron a un abogado sumariante? ¿Hicieron la denuncia por destrucción u ocultamiento de documento público?, ¿El MIEM aportó elementos para reconstruirlo?
Nada de eso. No hicieron nada. Los expedientes (y con ellos nuestras pruebas) habían desaparecido.
Finalmente, el ex director de comunicaciones hizo un informe, que nunca me fue notificado, en el que decía que yo debí hacer una sociedad con mi madre pues según la sucesión, ella tenía derechos conyugales, aunque yo fuese el único heredero universal.
Algo imposible, pues la sucesión fue en el 2002 y mi madre murió en 1998.
Tanta fue la mala fe que la resolución final la notificaron en el 2010 en la cabina telefónica de ANTEL.
Lo de Emisora del Éxodo fue una verdadera alcaldada y la actual administración ha reconocido que su clausura fue un acto ilegal y por eso revocó dicha resolución.
Se ha hecho justicia.