La selección francesa está sufriendo lo que en Catar se denominó “virus del camello”, una variante del covid-19 menos potente que se manifiesta con síntomas como tos, fiebre, vómitos y diarrea. Los constantes cambios de temperatura a los que están expuestos los futbolistas, dada la permanente exposición al aire acondicionado, potencian algunos síntomas y han llevado a la confusión en varias delegaciones. El zaguero Dayot Upamecano y el mediocampista Adrien Rabiot, habituales titulares en el conjunto de Didier Deschamps, se perdieron la semifinal frente a Marruecos por esta razón y están en duda para la la final del domingo con Argentina. El último en integrarse a esa lista fue Kingsley Coman, delantero del Bayern Múnich que solo fue titular ante Túnez y entró en otros cuatro partidos. Ahora se encuentra aislado en su habituación del hotel, luego de tener “fiebre por la mañana”, según reconoció Didier Deschamps. El seleccionador francés aseguró que en la delegación están teniendo “todos los cuidados posibles para que el virus no se propague al resto del plantel”.
BENZEMÁ VOLVIÓ A JUGAR PERO NO ESTARÁ EN LA FINAL
Real Madrid disputó un partido amistoso frente al Leganés ayer en su ciudad deportiva; el encuentro terminó 1-1 con goles de Toni Kroos para los merengues y de Undabarrena para la visita. La novedad fue la presencia de Karim Benzema, quien tras el desgarro sufrido el 19 de noviembre había quedado al margen de la selección francesa, que de todos modos no lo sustituyó en la lista de buena fe de Catar 2022. El reciente ganador del Balón de Oro cuenta con el permiso de su club para viajar a Doha si desea apoyar a sus compañeros e incluso jugar el domingo ante Argentina. No obstante, nadie de su selección lo llamó. Didier Deschamps, el entrenador del último campeón del mundo, optó por no responder cuando le preguntaron, en la conferencia de prensa posterior al triunfo sobre Marruecos, si piensa utilizar a Benzema en la final.
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