viernes 19 de abril, 2024
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Historia de la Casa Departamental del Salto Oriental

Por Cary de los Santos
Corría la época del gobierno progresista y liberal de don Bernardo Prudencio Berro (1860 – 1864), quién desde la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, procuraba el desarrollo de la riqueza pública y el bienestar de sus habitantes. Don Bernardo, había formado su gabinete de gobierno, confiando la cartera de gobierno y relaciones exteriores al “Dr. Eduardo Acevedo”, la de guerra al “Coronel Diego Lamas” y la de hacienda a “don Tomás Villalba”. Y en el acto entró a la Casa de Gobierno en un tren de actividades nunca alcanzado hasta ese momento
DEPÓSITO Y LIBRE
Y los progresistas y laboriosos vecinos del Salto Oriental, no solamente aprovecharon los tranquilos y primeros años del Gobierno de Berro, para fomentar el desarrollo comercial, social y cultural de la villa, sino también, fueron favorecidos por un decreto presidencial que declaraba “depósito y libre” a los pueblos y puertos de Santa Rosa del Cuareim (hoy Bella Unión) y San Eugenio (hoy Artigas), con lo cual favorecía al comercio de esta importante zona de la República Oriental del Uruguay.
UBICACIÓN DE LA
ANTIGUA COMANDANCIA
La Jefatura Política y Cuartel del Salto Oriental, estaba ubicada en la última esquina de la calle Real (hoy Uruguay), en la elevación que cae al arroyo Ceibal, que dominaba toda la vuelta del río Uruguay. Allí funcionaron las oficinas públicas, pero el crecimiento poblacional y el crecimiento del ejido de la villa, ocasionó que quedara a trasmano y fuera del centro.
IDEA DE CONSTRUIR
UN GRAN EDIFICIO
En 1858 el Jefe Político del Departamento del Salto – coronel Diego Lamas, planteó a las autoridades municipales, la idea de construir en la plaza principal de la villa un gran edificio para cambiar de ubicación y abandonar las construcciones primitivas, donde antiguamente se alojaba la comandancia. Sería el primer edificio propio de la denominada «Casa Departamental», y que luego, se la conoció como «Jefatura Política y de Policía del Salto». Las autoridades de la villa, representada por los miembros de la Junta Económico Administrativa, integrada por los vecinos Dionisio Trillo, Presidente; Mariano Cabal, Leandro Velásquez, Justiniano Rivero y vocales con verdadero entusiasmo apoyaron la idea y Julián Serrano, hicieron suya la idea, apoyándola para concretarla en una hermosa realidad, manifestando, lo siguiente: “Que dicha obra se hará concurriendo la Junta por su parte con el terreno que fue comprado y pago por ella en la cantidad de un mil pesos moneda corriente, y los demás recursos físicos y morales con que pueda auxiliar a esta benéfica empresa; y la Jefatura con el producto de las multas, el del Registro de contrato de los hombres de color, traídos del Brasil, el derecho de rifas públicas, para cuyas adjudicaciones había solicitado previamente la venia del Superior Gobierno y a más ofreció toda su cooperación para el mejor resultado de una suscripción que debía promoverse en todo el departamento”.
COLOCACIÓN DE LA PIEDRA FUNDAMENTAL
El 18 de julio de 1859, el coronel Lamas procedió a colocar la piedra fundamental del nuevo edificio a construirse. En su interior, se depositó y encerró: una reseña histórica de la Casa Departamental y de la Villa del Salto, un mapa de la República Oriental del Uruguay, la Ley de creación y de los Estatutos del Banco del Salto, y una serie de ocho billetes circulantes y emitidos por dicha institución bancaria. El nuevo edificio se construiría sobre la esquina Sureste (hoy calles Artigas y Florencio Sánchez), frente a la vieja plaza de los Treinta y Tres Orientales. El historiador y escritor salteño José María Fernández Saldaña, sobre los antecedentes del solar y la ubicación, nos relata:
“Aislada en la esquina sudeste de la Plaza Treinta y Tres, sin más edificio en todo el frente de la manzana que un rancho largo que subsistió muchísimo años, ubicado más o menos a mitad de la cuadra, bien pudieron los salteños de 1862 ver su flamante Casa Departamental, con ojos que hicieran llamarla «verdadero monumento»…”
PROYECTISTA, TRABAJOS Y VIGILANCIA DE LA OBRA
La obra fue confiada al maestro constructor “Jaime Basedas”, quién fuera el proyectista de la obra, junto a su socio “Simón Ordeix”, llegando posteriormente a modificar el diseño original del edificio a construirse, realizando una casa cuadrada, amplia, de gruesas paredes y de azotea aspillerada, con su patio y dieciocho columnas de hierro y como elemento decorativo al frente, un triángulo de un frontón. En junio de 1860 fue designado el coronel Lamas, para ocupar el Ministerio de Guerra y Marina, debiendo hacer entrega a la Junta de los planos y de los fondos monetarios que disponía. En su lugar, quedó el sargento mayor «Dionisio Trillo”, quién como “Jefe Político” del Departamento del Salto, debió hacerse cargo de terminar la obra. Los trabajos prosiguieron sin interrupción y en febrero de 1862, se comenzó el techado de la Casa Departamental. La vigilancia de los trabajos fue confiada a los respetados vecinos “Ángel Texo” y “Pedro Real”, con grandes éxitos en su gestión administrativa, lograda por su desvelo, exigencias, cuidadosos y atentos hasta el mínimo detalle.
TERMINACIÓN DE OBRA Y FIESTAS INAUGURALES
Al finalizar las obras de la “Casa Departamental”, vino exclusivamente desde Montevideo, el técnico oficial “Arq. Bernardo Ponchini” quién examinó la obra y dio su aprobación oficial, pero sin embargo, el Jefe Político del Salto Oriental – Dionisio Trillo, esperó a declarar la terminación de obras, recién cuando los inspectores salteños “Joaquín Moreira Viana” y “Timoteo Rodríguez”, luego de inspeccionar la nueva construcción dieron su visto bueno y confirmaron la opinión del técnico montevideano. Y en el invierno de 1862, pudo inaugurar solemnemente el nuevo edificio, llegando a realizar cuatro días de fiestas, del 20 al 23 de julio, marcando el magno acontecimiento de la época.