El mercado de haciendas terminadas con destino a la industria frigorífica se encuentra con una mayor fluides en los negocios, a pesar de estar abierta la ventana de faena para la cuota 481, y esto se debe a la escasa oferta que existe en el mercado, dada la situación climática reinante en el país. Además las lluvias, puntuales en muchos casos, ha generado cierta tranquilidad en algunas zonas, más allá que como dice el productor «llueve, pero no llueve pasto».
A diferencia de hace algunas semanas atrás, las entradas se han acortado en la mayoría de las plantas, cunado se habla de ganados bien terminados, que son lo que más escacean en la actualidad. De acuerdo a varios operadores consultados en las últimas jornadas, «es normal que la industria ofrezca un plus adicional por novillos bien terminados y pesados».
En estos casos puntuales se pueden ver cotizaciones que superan los US$ 3,50 de forma corriente, sin embargo la generalidad de los negocios, se ubican entre US$ 3,40 y US$ 3,42.
Consignatarios en el norte del país sostienen que estas referencias generales, pueden ahondar aún más la brecha con los ganados especiales, debido a que está creciendo la oferta de ganados «faltones» debido a la necesidad de los productores de sacar ganados por la seca, aun sin terminar.
En el caso de las vacas pesadas, con más de 240 kilos de carcasa, hay referencias de precios que se mueven entre US$ 3,20 y US$ 3,25, con algún centavo adicional.
Pero la mayor parte de los negocios se concretan entre US$ 3,10 y US$ 3,15 el kilogramo a la carne, debido a que la oferta más importante es de vacas livianas.
