A 24 horas para la asamblea anual en la Liga Salteña de Fútbol (LSF) está muy conversada la pugna por ganar las elecciones a presidente y vice.
Por un lado tenemos a los actuales dirigentes, con la fórmula de Luis Arreseigor presidente y Miguel Rognoni vice, y por el otro a Cristian Pintos como principal y Deolindo Miquelarena acompañándolo desde el segundo cargo.
Los principales votos en cuanto al peso son los de la Divisional A, lógicamente. No es fehaciente un anticipo de lo recabado extraoficialmente a pocas horas del acto eleccionario, pero puede dar un panorama acercado a la realidad. Esa aproximación indica que hay una paridad importante entre quienes se inclinan por una conducción y quienes lo hacen por la otra. Algunos dirigentes (clubes) prefirieron no dar opinión, otros aseguraron que no hay una posición oficial tomada porque la interna también está dividida y algún caso fue silencio total.
Bien, uno presenta su curriculum, sus números favorables según el entender de quienes lo apoyan y la seriedad con que han abordado su trabajo, recuperando la economía de las deudas que había dejado la administración anterior. Por el otro lado quienes pretenden un cambio que, aunque no fue dado explícitamente en la entrevista que se realizó en estas páginas, como ser una gestión financiera «a medida de los clubes», es decir, bajo su elección, lo cual puede tener como bandera una supuesta independencia en la toma de decisiones. También se manejó un manejo diferente en la política de pases de juveniles al fútbol proesional y cambios a nivel de colegio de árbitros, no de actuales integrantes, sino de la suma de nuevos.
Mañana se sabrá a qué apuntan los clubes pensando en la gestión del fútbol salteño.
