viernes 26 de abril, 2024
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Los daños causados por el ciclón de 1896

Por Cary de los Santos.
El fenómeno natural o meteorológico, llamado «ciclón», en varias oportunidades ha azotado la ciudad de Salto y las costas del río Uruguay. Desde mediados de siglo XIX hasta final del mismo, se produjeron tres, en los años 1882, 1888 y 1896. El ciclón de 1882 causó muchos daños materiales y produjo varios naufragios y muertes por ahogamiento en el río Uruguay, provocando la colaboración de Saturnino Ribes, al disponer de vapores medianos y personal para buscar los cadáveres de las víctimas del ciclón. Y la construcción de una embarcación con pescante (cabria) en sus astilleros para reflotar el buque «Rosa de Italia». El ciclón de 1888 a parte de los grandes daños que causó, tiró los postes que conducían la línea aérea telefónica de la compañía del francés Juan Toucón, que cruzaba el río y dejaba en comunicación a los suscriptores de las ciudades de Salto y Concordia. Saturnino Ribes no queda insensible al problema de la falta del servicio telefónico entre las dos ciudades y pone a disposición un vaporcito a cargo del mecánico naval Enrique Hardy, para realizar el tendido del cable subfluvial de la línea telefónica.
INICIO DEL
CICLÓN DE 1896
El viernes 11 de diciembre de 1896 un ciclón cruzó por la Ciudad de Salto, en el momento en que la mayor parte de su población estaba entregada a los placeres del sueño. Comenzó a las 5 y 30 horas de la mañana, desde el Oeste al Este, arrasando con todo lo que encontraba a su paso, haciendo un gran estrago y provocando grandes pérdidas en infraestructura y dejando graves consecuencias económicas a la población salteña. El prestigioso diario salteño «El Avisador», refiriéndose al ciclón, decía: «…La velocidad era asombrosa, gracias á lo cual hizo su devastadora cruzada en quince ó veinte segundos que, á durar unos instantes más no queda en la ciudad una sola casa sobre sus cimientos. Inmensidad de paredes y cercos fueron echados al suelo, causando esos derrumbes el pánico, pues volaban como hojas de papel, planchas de zinc, pedazos de madera, etc.: esto es, todo cuanto se oponen a al paso de semejante aterrador ventarrón…».
DAÑOS EN
COMERCIOS
Y CASAS DE FAMILIA
Don Pedro Invernizzi, en esa época, era dueño de la casa comercial, conocida con la denominación de «Lago di Como», trabajando principalmente en los rubros de almacén y bodega. Sin embargo, contiguo al comercio se encontraba la «casa de la familia», y el fuerte viento le produjo la voladura de los techos, dejando al descubierto a dos niños que se encontraban durmiendo en los dormitorios, causándoles espanto al despertarse y verse a la intemperie e indefensos. Don Juan Garbarini, era propietario de una conocida ovejería, que estaba en el barrio «El Cerro». Allí, además de su establecimiento tenía la casa familiar, y luego de haber pasado un buen susto con el ciclón, se encontró con los galpones totalmente derrumbados de su comercio y con parte de la pared caída del frente de su casa. En el aserradero de Dodero, el cruce del ciclón causó la voladura de las chapas de cinc.
CUADRO DE HORROR
EN LA COMISARÍA
Los vecinos del Salto, hablaban sobre el derrumbe total de la casa que alojaba la «Comisaría», que se encontraba ubicada en el barrio «El Cerro». El diario «El Avisador», brindaba información muy detallada a sus suscriptores, en la siguiente forma: «…Pero lo que fue verdaderamente un cuadro de horror, fue el derrumbe de la casa que ocupa en el Cerro la Comisaría de la 3ra. Sección. La pared del fondo cedió á los impulsos del tremendo viento derrumbándose junto con ella el techo, apretando en su caída á un infeliz Guardia Civil que en ese momento venía a entrar, matándole casi instantáneamente. El cuerpo de este desgraciado no tenía un solo hueso sano. Estaba deshecho completamente. Otro compañero de este recibió también heridas de grande consideración, habiendo perdido el juicio á causa de los recios de los golpes y heridas recibidas en la cabeza y demás partes del cuerpo. Su estado es grave. Un tercero, recibió también algunas contusiones que al parecer, no revisten importancia…». El ciclón, no solamente provocó muertes y heridos de gravedad con el derrumbe de la comisaría, también ocasionó la muerte de un soldado de la «División Salto», al derrumbarse un techo en los «Corrales del Abasto».
OTROS DAÑOS EN
PASEOS Y CALLES
En el paseo denominado «Prado Salteño», los efectos del fuerte viento, causó que siete grandes eucaliptos y un número considerable de paraísos añejos fueran arrancados de raíz. Y además, provocó la voladura de los techos de varios galpones del paraje y destruyó totalmente el kiosko, que estaba ubicado a la entrada principal del paseo. En la calle Itapebí 1 esquina Valentín 2, existía un frondoso eucalipto, que hacía más de treinta años que era admirado por los salteños de la época por su gran tamaño. Sin embargo, al ciclón nada le importó y lo arrancó de raíz, y como, sus grandes raíces pasaban debajo de un cerco de material, provocó el levantamiento de un tramo del mismo y su derrumbe. Y así pasó el ciclón de 1896 por Salto, provocando el derrumbe de cercos, paredes, galpones y todas aquellas otras construcciones más sencillas y dejando algunas víctimas en su camino.
REFERENCIAS:
1 – Es la actual calle 19 de Abril. A finales del siglo XIX, se acondicionó la calle y se le denominó 19 de Abril, como así también se creó la plazoleta (ubicada actualmente en las calles Juan Zorrilla de San Martín y 19 de Abril) y se le dio la misma denominación que la calle.
2 – Es la que corresponde a la actual denominación de Joaquín Suárez, aunque en ésa época se llamaba así al Sur y Norte de la calle Uruguay.


Carrera de sortijas, a fines del Siglo XIX, frente al Prado Salteño, antigua quinta de Ugarteche. A la izquierda asoman los primeros eucaliptus que se plantaron en el Salto Oriental. (Tomada del libro «Salto voz de la tierra y del hombre» – Aníbal Barrios Pintos).