viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

De los Pinocho, el mejor

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
El viernes pasado, volví a reencontrarme con una actividad que ocupó gran parte de mi vida, como lo fue la tarea legislativa en la Junta Departamental de Salto.
Esta vez, desde las “barras”, digamos virtuales, de la transmisión en vivo en la página del deliberativo comunal, que dicho sea de paso es de muy buena calidad.
Obviamente fue en la sesión, donde la bancada de Ediles del Partido Nacional, y más precisamente Facundo Marziotte, llamó a sala al Intendente (¿?) de Salto, para que explique el alcance de las palabras expresadas en un medio capitalino, haciendo alharaca de haber armado una clínica de atención a problemática de salud mental, con recursos, tanto económicos como de recursos humanos, financiados por intermedio de las arcas comunales.
Sonaba raro, escuchado de esa manera, sabedores de la “sequera” de las latas comunales, pero si se lee lo que a continuación de esa declaración escribió en su columna de Montevideo Portal el rocambolesco sujeto, no queda ningún lugar a dudas que dijo lo que dijo.
“¿Y por qué un Intendente tiene que estar hablando de salud mental y la Intendencia atendiendo este tema? Primero, porque cumplimos al pie de la letra las obligaciones básicas del ABC asociadas a la Intendencia: alumbrado, barrido y calles. Segundo, porque cuando el gobierno nacional no tiene una real política descentralizadora en cuanto al acceso a recursos de salud, entonces sin titubear tenemos que pensar fuera de la caja y activar soluciones para los problemas de nuestros vecinos.
“Es en ese marco que inauguramos una clínica para trabajar en la prevención de suicidios. Y lo hicimos basándonos en la evidencia de que la región del litoral de Uruguay tristemente se destaca en intentos de suicidios si se observa 2022.
Entonces nos llamamos a la acción. Ante la ausencia de atención de salud mental en la órbita del sistema público montamos una clínica de atención y prevención del suicidio. Allí van a trabajar terapeutas, psicólogos y asistentes sociales, que ya están recorriendo domicilios de familias con esta problemática y que antes no tenían a dónde acudir”.
¡Tomá pa´vo y tu tía Antonia!
Como se decía antes.
Obviamente, haciendo gala de su peculiar manera de ser, no concurrió a explicar dicha situación, en un acto más de irresponsabilidad, como lo fue en todos sus gobiernos.
Fue penoso ver al Dr. Juan Pablo Cesio y al Dr. Sánchez, en quien delegó la participación, intentar disimular, tan grande y torpe mentira.
El Dr. Sánchez, aclaró “para mí es obvio que el Intendente confundió la clínica de prevención del suicidio, con el espacio de atención de adicciones que hay”.
Si el Intendente confunde “clínica” con “espacio” estamos totalmente en el horno.
Ni así la puede tapar, pues “quien ocupa la Intendencia” expresó además que habían contratado profesionales que estaban recorriendo los domicilios de los salteños, atendiendo gente.
En fin, una nueva rocambolesca intervención de don Lima, que lo puedo comprender que de tanto viaje y dormir en tantos diferentes lugares, puede andar un poco mareado y diciendo estupideces, como diría Tabaré Vázquez.
Pero que así como es comprensible que no esté orientado en tiempo y espacio, los Salteños no tienen que padecer un (des) gobierno como el que está llevando a cabo, dilapidando los dineros de TODOS, en aventuras PERSONALES.