Una filosofía de vida que contiene un programa de 12 pasos de recuperación, amor, fe y esperanza. “A.A es una comunidad de personas que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan derechos de admisión ni cuotas, nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. A.A no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros a alcanzar el estado de sobriedad”
Testimonio de Jesús, miembro de Alcohólicos Anónimos
Hola me llamo Jesús y hoy no he bebido. Le cuento mi experiencia por si mi testimonio le ayuda a alguien. Eso sería para mí una gran satisfacción. Nací en 1962 en una familia de nivel medio alto en aquellos años y nací cuando mi madre tenía 44 años. Lo que en aquel entonces era un peligro. Mi hermano era el hijo único. Tenía 10 años cuando yo nací y recuerdo mi infancia como un niño débil, miedoso y mimado porque lo tenía todo. También debido a mi debilidad y miedo mis amigos del colegio, de juegos de aquel entonces; algunas veces se reían de mí y otras se aprovechaban de mí. A veces me bajaban los pantalones lo que hacía se acentuaran mis miedos, mi debilidad. Recuerdo que era zurdo y en aquel entonces estaba mal visto y mi madre me obligaba a escribir con la derecha atándome la mano izquierda. Era buen estudiante, entonces no había asociación de padres ni nada de eso, estudie en un colegio público y a los 12 años tropiezo con una bebida que en aquel entonces mandaba para los niños débiles (‘no sé qué’ San Clemente) y me bebo un litro y medio, allí tuve mi primer coma etílico con 12 años. Pero yo me daba cuenta de que aquello me hacía perder mis miedos y perder mis debilidades, me hacía ser más valiente. Recuerdo que una tarde falté a clases, nos vamos 3 o 4 amigos y nos compramos 3 litros de cerveza y un paquete de tabaco, nos ponemos a fumar y a beber, esa recuerdo que fue mi primera gran borrachera. Me daba cuenta que efectivamente me hacía más perder mis miedos y debilidades y me hacía ser más fuerte, más valiente, más mayor. A los 14 años sufrí mi segundo coma etílico mezclado con marihuana, entonces se empezaba a conocer la marihuana y me daba cuenta que cuando los demás se fumaban 6 o 7 porros yo tenía que seguir fumando y seguir bebiendo. Así perdía mis miedos y me hacía sentir más hombre. Sigo para adelante y recuerdo que con 14 años mi madre me lleva al primer psiquiatra y aquel hombre me manda unas pastillas. No me las tomo, lo engaño, le digo que lo que decía mi madre era mentira, que yo de vez en cuando me bebía alguna cerveza pero que no me emborrachaba. La negación que lleva esta enfermedad. Mi padre empieza a decirme que era un vicioso, que era un degenerado, que era un perdido, que era la vergüenza de la familia porque lo que en un principio era una borrachera cada 2 o 3 meses. El tiempo que me tiraba sin beber, volvía a ser el niño débil e indefenso por eso ya casi bebía todas las semanas, casi todos los fines de semana me emborrachaba. A los 15 años conozco a mi primera novia. Me tuve que beber dos cubas libres para perder el miedo que tenia de hablar con ella y me dice que sí, que saliéramos, que quería salir conmigo, lo cual celebro y llego a mi casa por la mañana celebrando ‘lo hombre’ que había sido. Lo celebro con una gran borrachera y otro coma etílico. Me ingresan en la planta de psiquiatría en un hospital de la ciudad de donde soy y me dejaron ahí 15 días. Vuelvo a salir y el médico que me ve me manda unas gotas. Y le dicen a mi madre que las tome con leche por la mañana. Si bebía con esas gotas me daría taquicardias. Los primeros días no bebía, pero volvían las debilidades y ya cuando estuve 15 o 20 días si beber con esas gotas ya no aguantaba más porque volvía a ser el niño débil e indefenso y mimado. Dejé los estudios y mi padre tenía una pequeña granja de cerdos. Después de mucho tiempo conocí Alcohólicos Anónimos que me mostró una filosofía de vida sin alcohol, sin miedos, y con la fortaleza de la presencia de mi poder superior tal como lo concibo.
ALCOHÓLICOS ANONIMOS SALTO
GRUPO ESPERANZA. – Avenida Viera No 179.- El Amparo. – Martes y Domingos 20:30 hs.
GRUPO CENTRO. – 25 de Agosto y Artigas Lunes, Viernes hora 20:30 y Miércoles Abierta o todo Público hora 20.30, Jueves hora 20.30-1° media hora taller de servidores. –
GRUPO VOLVER A VIVIR. – Avda. Rodo No 705. Misioneras de los Pobres. – Lunes y Miércoles 20:30 hs.-
GRUPO DON BOSCO. – Capilla Don Bosco. – San Martin esq Corrientes. – Sábados hora 20:00.-
Locales Titulares del día