Por Agustín Radesca
Hemos visto que en las pasadas el Senador Guido Manini Ríos, quien es el líder indiscutido de Cabildo Abierto ha lanzado y ha comunicado a la opinión pública su intención y la intención de su fuerza política de llevar a cabo un plebiscito para reformar la constitución, quien sostiene: “que se busca un proceso de reestructuración de deudas para hacer cumplir el Art.52 de la Constitución de la República que prohíbe la Usura a nivel nacional”.
Pero en base a esto, quien suscribe le surgen varias interrogantes: ¿Por qué recurrir a un mecanismo cuyo camino es más largo que el legislativo? ¿Por qué no buscar el consenso dentro de la coalición y buscar una solución legislativa en conjunto con sus socios de la coalición de gobierno?
Otra interrogante es: ¿Podrán lograr el quantum de firmas requeridas para implementar este mecanismo constitucional? No es un trabajo menor. Y si recolectan menos firmas que los votos que tuvieron en las elecciones anteriores, ¿Resultaría en un fracaso todo este ímpetu?
De estas preguntas podemos sacar varias hipótesis: Si bien la finalidad de fondo es noble y justa para aquellos uruguayos que han sido víctimas de intereses usureros:
¿Será esta la verdadera razón que motiva a dicha fuerza política a salir a buscar las firmas requeridas? Es una interrogante que quedara abierta. Pero también tengamos presente que Cabildo Abierto es el único partido que actualmente cuenta con una candidatura que es clara y es el único partido de la coalición que no cesa de bajar en todas las encuestas a nivel país. ¿Será que la finalidad de este plebiscito es reactivar y reafirmar el compromiso militante, también buscando (nuevamente y como lo ha hecho en varias ocasiones) desmarcarse del resto de la coalición buscando un perfil propio? Todo apunta que esa si es la intención, debido a que, si se hubiera buscado una instancia de negociación y diálogo con sus socios de la coalición, el camino seria menos sinuoso, menos largo (más o menos un año y medio, de aquí a las próximas elecciones), siendo tanto urgente la necesidad de trabajar por esa solución tan urgente de justicia como alega el senador.
En lo personal me adhiero y comparto lo dicho por el Profesor Eduardo Lust, en el sentido de que no creo conveniente establecer en nuestra Carta Magna un sistema que establezca un tope a los intereses por préstamos porque esto es materia netamente legislativa y además en caso de si llegara a los votos suficientes, no podrá fijar tampoco medidas retroactivas. Por ende, sería una reforma que pocas soluciones brindaría.
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