Por Pablo Perna
Pedro Bordaberry en su última columna dominical escrita en diario El País realiza un interesante análisis de las diferentes opiniones de celebridades mundiales que han visitado el Río de la Plata y su opinión de la Argentina y nosotros, arrancando desde 1833 cuando Charles Darwin (el creador de la teoría de las especies y que el hombre proviene del mono) nos visita. Darwin sobre nosotros observó la falta de apego al trabajo la que atribuyó a la abundancia de alimentos que había en esta zona.
Recoge también la opinión de Albert Einstein que se preguntaba sobre la Argentina: “¿Cómo puede progresar un país tan desorganizado?” o de Mario Moreno (Cantinflas) que sostuvo: “La Argentina está compuesta por millones de habitantes que quieren hundirla pero no lo logran” o la del dirigente sindical argentino que afirmó que para crecer tenían que dejar de robar por dos años. En este marco analiza la figura de Milei remarcando algunas de sus frases más fuertes: “terminemos con la casta política parasitaria, chorra e inútil que hunde al país” y culmina su columna afirmando: “Hay que reaccionar antes que nos aparezca algún Milei”.
Sigo leyendo el mismo diario del domingo y surge como titulares que los Senadores y Diputados el año pasado gastaron U$S 155.000 en agua, U$S 498.000 en electricidad, U$S 265.000 en ANTEL, 2 millones de dólares en cuidado de espacios verdes entre otros y que tienen programado gastar 20 millones de dólares antes del año 2025 para refaccionar el Palacio Legislativo. Como si pareciera que viven en una realidad paralela, un Diputado nacionalista que no puede ser calificado de otra manera que de ¡imbécil!, propuso construir un nuevo edifico para los “señores legisladores”.
Sigo leyendo contrariado el diario dominical y titulan en otra página: “Van 200 viajes de secretarios y subsecretarios: U$S 218.497 en viáticos y U$S 562.614 en pasajes, lupa sobre los viajes de los ministros”. Dejan constancia que por ahora no tienen datos de los viajes y viáticos de los Entes Autónomos y Servicios Descentralizados.
Estamos de acuerdo que la Argentina y Uruguay somos diferentes, pero no tanto, por lo que compartimos lo que decía el escritor argentino Jorge Luis Borges sobre nosotros en su “Milonga para los Orientales”, que dice: “Milonga que este porteño dedica a los orientales, agradeciendo memorias de tardes y de ceibales”. “El sabor de lo oriental con estas palabras pinto; es el sabor de lo que es igual y un poco distinto”; sigue con estrofas una más brillante que las otras, para culminar: “Milonga para que el tiempo vaya borrando fronteras; por algo tiene los mismos colores las dos banderas”.
No sé si quiero un Milei para Uruguay, pero lo que sí quiero y deseo es que por lo menos surja alguna persona sensata, que no sea un imbécil o parásito que se aferre al cargo para poder subsistir que preferentemente no viva de la política y que de esta manera le pueda poner freno a los privilegios de aquellos atorrantes y vendedores de humo de los políticos que hablan lindo pero literalmente se cagan en el pueblo. ¡Viva la Libertad carajo también en Uruguay!
