viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

Salto Grande: ejemplo para no repetir

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
Indudablemente que el tema del momento refiere a la situación de Salto Grande y sus implicancias, que se amplifica mucho más en nuestro departamento, por su ubicación y por quienes fungen como directivos.
Algunas puntualizaciones al respecto.
Desde hace muchos años se viene bregando por la necesidad que los recursos que genera la represa dejen de migrar en su totalidad hacia al sur, para que sean manejados discrecionalmente en sectores que nada tienen que ver con el lugar en donde se generan. Algo de eso, pero a nivel departamental lo recordaba en la columna de la semana anterior.
Las famosas “regalías”, han tenido mil y un proyecto, el último de los cuales fue presentado por el entonces diputado por Salto Rodrigo Goñi, que intentaba que parte de esos recursos quedaran en la región, pero además, creaba criterios de distribución bajo la condición de presentar “proyectos de inversión” para diferente sectores productivos.
Salto Grande recauda alrededor de U$S. 350.000.000 y el gasto de la delegación uruguaya es de alrededor de U$S. 30.000.000, lo que nos da una idea de que los montos que se intentan vender escandalosamente como despilfarro, no son tales, aunque sí lo es el criterio que se utiliza para llevarlo a cabo.
Económicamente hablando, gastar no es lo mismo que invertir.
Lo que hay que establecer son procedimientos claros, transparentes, y con criterio de desarrollo, orientado a los pequeños y medianos productores de la región en diversas áreas, para aplicar esos montos de dinero que hoy mediante criterios discrecionales, sin una planificación, y casi al grito, se están realizando.
La empresa estatal, cumpliendo su fin primero, pero además con excedentes que sean motores de desarrollo para la región y no vayan a otras regiones del país que nada tienen que ver con esos recursos.
Ojalá que se sigan aplicando en la zona, eso sí, con otros criterios de los que se están realizando en la actualidad.
Los carroñeros de siempre, los que se beneficiaban gastando nuestros recursos son los que hoy se quejan.
No les permitamos que nos sigan ganando.
Un tema aparte es la repetición de un viejo vicio del sistema, como es la colocación de cuadros de amigos-militantes en puestos de trabajo que muchas veces, como así lo demuestra muchas veces la historia, no son los más preparados, ni los que se necesitan para el servicio.
Hay que seguir machacando con ese concepto, hay muchos ejemplos de gobernantes a los que les ha costado elecciones el actuar de esa manera, y por lo tanto no hay que cometer esos errores.
Hacer entrar a mucha gente, que además coincide que son del palo del jerarca designante, pero que además militan en sus listas, eso, hay que dejarlo para los “pavos de raza”, que todo lo que se “afana” por criticar, lo ha ejercido para sí en el pasado, no sólo con militantes amigos, sino que también lo usa en sus familiares.
Nosotros somos diferentes, debemos ser diferentes, tenemos la obligación histórica sobre nuestras espaldas de ser diferentes.
En estos momentos, anuncian la renuncia al cargo de Presidente de CTM del Dr. Albisu.
Pienso varias veces si enviar o no la columna, como la tenía escrita.
Al final decido que sí.
Releyéndola, no hago más que reafirmar los conceptos.
Lamento por la persona de Carlos Albisu.
Ahora, sólo resta ayudar a sacar adelante al Partido.