
Por Andrés Torterola
En el día de la Educación Católica el Obispo de Salto, Monseñor Arturo Fajardo envió un saludo agradecido a todos los educadores que con su esfuerzo y compromiso diario educan a las futuras generaciones tanto en los institutos de educación de gestión privada como en los de gestión pública. Como cada año se recuerda junto al monumento a Artigas, que el 10 de setiembre de 1815 él general solicita al cabildo de Montevideo fundar en Purificación la “escuela de la patria” tarea que será confiada al sacerdote José Benito Lamas primero de los maestros patriotas.
EDUCAR CON SENTIDO
En memoria de este acontecimiento se celebra el Día de la Educación Católica, una oportunidad para recordar la presencia de tantos cristianos desde el origen de la patria en el campo educativo. “Me preguntaba desde nuestra identidad cual es el aporte de la educación católica en la sociedad de hoy con sus complejidades, la fragmentación social, la pérdida del sentido de la vida, el individualismo, las crisis familiares y demás. No es una respuesta fácil, pero me anotaba algunos puntos: Educar con sentido, con sabiduría vital enseñar a vivir con realismo e ilusión.
Raíces y alas, sentido de pertenencia, certezas sobre saberse amados y queridos y alas para soñar y crear un mundo más justo y humano”, comenzó señalando Fajardo.
MÁS SENSIBLES
“El valor de la vida, trasmitir la belleza más allá de la crisis y dificultades y generar espacios de diálogo y reflexión frente a lo que hoy amenaza la vida, cuantos de nuestros educandos no encuentran un lugar donde hablar de sus temores y angustias, soledades y preguntas. Las generaciones nuevas son mucho más sensibles al cuidado de la creación y defensa del medio ambiente que nos encuentren junto a ellos. Hoy se ve la preocupación de contrarrestar la así llamada ruptura del “pacto educativo “entre instituciones familias y educadores. Los cristianos frente a esta ruptura y la así llamada cultura del descarte y la fragmentación social queremos optar por la cultura del encuentro y del dialogo, reconociendo que las distintas miradas enriquecen la percepción de la realidad, que podamos buscar juntos los grandes consensos y crecer en este y en otros campos en políticas de estado que vayan más allá de las legítimas diferencias”.
EL VALOR DE LA EDUCACIÓN
“El Papa, reconoce el valor central de la educación, que forma parte del amplio proyecto pastoral de una “Iglesia en salida” que acompaña a la humanidad en todos sus procesos, haciéndose presente en una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca camino de maduración en valores.
El deseo que no perdamos nunca la alegría para enfrentar con ilusión y esperanza cada día la tarea de educar y responder con la sabiduría del evangelio a los desafíos de este tiempo”, dijo.