¡Cuando ruedan cabezas!: ojo CTM (dedicado “al Gordo” Antonio Lafuente)
Por Pablo Perna.
Antonio Lafuente luego de ser Presidente de la Junta Departamental de Salto en el periodo 2012-2013, pasa a desempeñar un cargo de confianza en la Intendencia del hoy Senador Germán Coutinho como Director de Servicios. Bajo su dirección tenía la responsabilidad de hacer funcionar al sector de “Recolección y Barrido”, en virtud que se necesitaba un hombre fuerte, de carácter y de confianza para que el sector funcionara adecuadamente, en virtud que se acercaban las elecciones y la ciudad se encontraba sucia y los camiones de residuos misteriosamente se rompían más de lo habitual, por lo que el servicio funcionaba deficientemente.
Se sospechaba que en el sector había un complot de la izquierda contra el Intendente en virtud que éste pretendía ser reelecto, fui testigo cuando acompañaba a un director de aquella época que conducía su vehículo detrás de un camión de recolección, cuando uno de los funcionarios recogía tres bolsas de basura, dos la tiraba adentro del camión y la otra la revoleaba para la calle, esto explicaba los motivos porqué la ciudad siempre al otro día permanecía sucia.
El Intendente necesitaba esa persona que con sutilezas siempre hacia los trabajos difíciles que nadie se animaba a realizar; cuando en la Junta Departamental un Edil tenía dudas en votar decisiones ajustadas, sabia delicadamente convencerlos en virtud de su vasta experiencia legislativa o cuando era necesario pasar la gorra para emergencias económicas- políticas o en cuestiones complejas, era la persona que facilitaba los caminos.
Antonio logra que “Recolección y Barrido” funcionara adecuadamente y que la ciudad estuviera nuevamente limpia; a los funcionarios los hacía trabajar y especialmente a los “mimosos” o “sindicalistas”. En más de una oportunidad, generalmente los domingos, se lo veía recorrer con su propia camioneta, con sus hijos detrás, recogiendo residuos que los camiones de recolección no lo hacían.
El sindicato, identificado con el Partido Comunista, se ofende con la forma y estilo que Lafuente conducía al Sector, por lo que resuelven declarase en conflicto y parar por tiempo indeterminado sus actividades, dejando sin recoger los residuos de todo el departamento. Las exigencias de ADEOMS para levantar el conflicto fueron dos: 1- la remoción inmediata de Antonio Lafuente; 2- “limpiar la imagen de los trabajadores”.
La ansiedad del hoy Senador Coutinho para ser nuevamente reelecto o tal vez preocupado por la salud de Salto, no tuvo peor decisión que entregar la cabeza “del Gordo” Lafuente en bandeja de plata, removiéndolo inmediatamente de su cargo. Hasta aquí Coutinho gozaba de popularidad y confianza dentro y fuera de su equipo, pero a todos nos llamó profundamente la atención lo fácil en que un líder entregaba a las fieras a una persona de su confianza. Luego de ese episodio la izquierda entendió la debilidad de Coutinho, por lo que éste fue el punta pie inicial de la escalada de reivindicaciones y conflictos que se mantuvieron hasta que el hoy Senador es derrotado electoralmente. Los paros, ocupaciones de oficinas públicas, ollas populares fuera y dentro de la Intendencia, las calles que volvieron a estar sucias y la maquinarias y ómnibus misteriosamente volvieron a estar rotos más de lo habitual; la anarquía se había apodero del Gobierno de Coutinho a tal punto que Lima comienza a tomar resoluciones en la Intendencia desde antes de haber asumido.
Hoy ante las renuncias de correligionarios de la Coalición en CTM con tan poca esfuerzo de la izquierda e indiferencia y falsedades de los líderes nacionales, veo que la historia se vuelve a repetir. Cuando comienzan a girar cabezas, se sabe cómo se empieza, pero no como termina. Me olvidaba de la última reivindicación de ADEOMS en el conflicto de “Recolección y Barrido”, el Gobierno de Coutinho no solamente cesa a Lafuente, sino que también le pide las disculpas del caso a los “compañeros” que “verdaderamente” se habían sentido ofendidos.