«No hay una estrategia país» para el rubro ovino, ante «una muy clara demanda internacional»
La producción de carne ovina de alta calidad es posible y es rentable, algo más que comprobado en el país, con mayor o menor nivel de tecnología, con razas más o menos prolíficas. Sin embargo la situación actual del rubro ovino, principalmente en los mercados de la carne y la lana, desmotivan al productor y muchas veces a quienes se inician en la producción agropecuaria y con pocos recursos logran entrar en un negocio que rápidamente les devuelve la inversión.
Sin hablar de la problemática de los perros y el abigeato, seguramente mensajes no muy claros en su momento han llevado a que el productor se encuentre en un escenario de precios de las lanas medias, por lo menos desafiante, y ante un horizonte donde afinar la fibra se hace imprescindible y apostar a la producción de carne ovina es fundamental para incrementar los ingresos. Sin embargo, y a pesar del esfuerzo de los productores, la carne ovina también atraviesa un momento complicado en cuanto a valores.
Alejandro Michelena, productor del norte del país y responsable de un compartimento de corderos certificado orgánico, se encontró este año con que no ha logrado colocar su producción, aun siendo un producto para un nicho de mercado de alto valor. En diálogo con CAMBIO y consultado sobre la realidad de la cadena ovina para que el productor invierta en el rubro dijo «es posible, aunque vamos perdiendo 3 a 0».
Respecto a si el sector ovino tiene una cadena cárnica organizada, el productor dijo «hoy no la tenemos. Hoy dependemos mucho de eslabones que toman decisiones, a veces basado en otras cosas». Para Michelena «no hay una estrategia país» para el rubro ovino, ante «una muy clara demanda internacional».
El productor que tiene un compartimento ovino, con pastoreo racional, remarcó que «ningún otro país del mundo produce tanto como Uruguay sobre campo natural». En este sentido indicó que «sobre el basalto, que es donde están más del 60% de la ovejas, en Artigas, Salto, Paysandú y Tacuarembó, es donde más preservación de campo natural hay y el mundo cada vez paga más productos producidos en estos sistemas».
En este punto remarcó que nuestro país puede vender mejor su producción, sin embargo marcó que «si un año los corderos orgánicos se venden bárbaro y al otro año ni siquiera se levantan. Es muy difícil establecer alianzas con la cadena o no cadena en los sistemas productivos».
A pesar de esta situación reconoció que el productor sigue apostando a la oveja, principalmente en momentos como los que ha atravesado en los últimos tres veranos. «Si usted está en Artigas o en Salto, tuvo que vender una cantidad de vacunos por la seca, porque no tenía buenos sistemas de agua, ni de pasto. Qué va a ser ahora? Con qué va a repoblar? Tal vez, como casi siempre, cuando uno tiene poca plata por dentro del campo, la plata puesta en el ovino no deja de defender más que la vaca».
Michelena incentivó a los productores a crear «un grupo, por ejemplo, de venta de lanares, de lana y de carne, que sea suficientemente fuerte como para poder posicionar una marca con un respaldo distinto, marca de los productores o de quien fuera». En este sentido señaló que «están apareciendo marcas de carne ovina para el mercado local o marcas que venden bien carne vacuna, con calificaciones particulares en el exterior». Recordó además que «frigorífico PUL empezó como una cooperativa de productores para matar a facón lanares», por lo que se preguntó si «no será tiempo hacer lo mismo? No será tiempo de empezar a ser nosotros los dueños de los productos y los mercados?».
El productor informó que «el cordero orgánico a Estados Unidos vale 70% más que el cordero común» y recordó que «no pude colocar los míos este año». En este sentido remarcó que «estoy perdiendo de abastecer un mercado con altísima demanda insatisfecha por no tener los eslabones de la cadena aceitado. Capaz que tenemos que avanzar más en lo que se nos va la vida, en ser más dueño del negocio, de los eslabones».
Si bien reconoció que es entendible que «la industria frigorífica apunte en algún momento a abastecer de carne a China» dijo que «los precios como están pasando de un dólar el kilo de carne ovina porque la carcasa es muy pesada, no quiero ser grosero, pero son impresentables».