Las plazas con juegos, las calesitas, los circos, los parques de diversiones y demás lugares similares, fueron grandes atracciones dónde concurría la familia, y los niños disfrutaban el momento, guardando esos recuerdos inolvidables de la niñez.
NOVEDADES
En enero de 1929 se había establecido en el Salto Oriental, el «Parque de Diversiones Novedades» de la Firma Fernando Fiaschi y Cía. El mismo se había ubicado en la calle Guayabos entre Gral. Artigas y Uruguay, para ofrecer sus diversas atracciones: Juegos, música, e inclusive venta de helados y otros productos. En esta oportunidad la Firma Fernando Fiaschi y Cía. , presentó al público salteño una máquina giratoria denominada «Aeroplanos», que había sido recibida directamente de Alemania y tenía una capacidad para 54 personas sentadas de a 9 por cada aeroplano. Aunque en esta oportunidad la Inspección Técnica del Municipio consideró que el aparato estaba apto para su uso y que no ofrecía peligro alguno, más adelante las autoridades locales, por el riesgo que implicaba, prohibieron los aeroplanos.
JUEGOS DE INGENIO
En noviembre de 1929, el Sr. Juan Darrieux, con intenciones de instalar un «Parque de Diversiones», realiza las gestiones correspondientes ante las autoridades del municipio. Siendo concedida, se instala en el mismo lugar que el anterior, ya que en esa época era el seleccionado para este tipo de espectáculos. Este Parque de Diversiones ofrecía diferentes atracciones: calesitas para niños, calesitas aéreas, oplas, carpas para atracciones, y variedades de juegos de ingenio y habilidad para toda la familia. En dicho parque se llegó a realizar rifas de objetos de arte, fantasías, etc., a un costo de cinco y diez centésimos, siendo sorteados por medio de una tómbola y un muñeco automático a la vista del público.
CALESITA
Según el Diccionario de Oxford, su significado sería: «Atracción de ferias y parques que consiste en una plataforma giratoria sobre la que hay animales y vehículos de juguete para subir los niños y girar en ellos». Estos parques eran muy comunes en la época, y por lo general se instalaban previa autorización del municipio, haciéndolo en primavera o en el verano, que era la época más adecuada para la concurrencia del público.
Investigación Cary de los Santos Guibert.