Paseo Campestre de todos los gremios y profesorados: una fotografía en sepia de la colección de Aníbal Barrios Pintos
La realización de los picnics es sin duda una de las expresiones más creativas y características del movimiento obrero, de estas regiones como en general. En Salto, de donde tenemos más fuentes de información, en el periodo que va de 1920 a 1925 contamos la realización de 17 picnics obreros. Sin duda el picnic encarna aspectos de la cultura popular y le carga de contenido ideológico, así vemos, como en ocasión del triunfo de los obreros en Construcciones Navales el 2 de enero de 1919, la forma que escogieron de celebrar si triunfo fue un asado en el paraje «El Cable» junto a la costa del río Uruguay, «donde pasaron algunas horas y regresaron al local social al compás de una marcha musical en claro signo de confraternidad obrera».
UNA FORMA DE CELEBRAR
El picnic tenía una finalidad económica por un lado y de expansión cultural por el otro. Los «paseos campestres» como también se les denominaba, se realizan al aire libre, un día domingo, comenzando temprano por la mañana, entre las 6 am en algunos casos o las 9 am en otros. Básicamente su planificación se compone de distintos juegos o demostraciones, un almuerzo, predominando el «almuerzo a la criolla» (carne asada), conferencias y orquestas musicales. Siempre se realizaban en un ambiente amplio y rodeado de naturaleza…». Tomado parcialmente de Cultura Obrera en el Interior del Uruguay (Salto, Paysandú y Rocha 1918 – 1925) por Pascual Muñoz.
Referencia: En la crónica dice: «El Cable», era un paraje a continuación de «Las Cavas», y se llamaba así por pasar en esa zona el cable telefónico subfluvial que comunicaba Salto con Concordia, cuando está bajo el río aún se puede apreciar los mojones de madera que sostenían a dicho cable.
Investigación Cary de los Santos Guibert.