martes 3 de diciembre, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando

Armando Guglielmone
Por

Armando Guglielmone

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Los justos y los incapaces

Por Armando Guglielmone

Instructor canino – educador etólogo

Venta de ovejeros alemanes de pedigrí

Contacto y/o sugerencias: 098 539 682

Se dice que las cosas se ven según el cristal a través de que uno las mire, y esto es verdad. Muchas veces percibimos cosas de una manera que no son como las vemos, aunque aparenten serlo, es como esas fotos que vemos de dos perros peleando, pero realmente están jugando. Y a mí me pasó, la semana pasada conté sobre una perra que tenía una enorme herida en su brazo y resulta que, gracias a Dios, la herida no era tal. Ocurre que esta perra nació con una rara malformación que le da ese aspecto que parece una herida, pero es una suerte de apéndice que le cuelga que resulta inoperable. Es una de esas ocasiones en las cuales algo que resultaría triste de ver provoca alivio, sobre todo al saber que la perrita fue rescatada de lo que tal vez hubiese sido una muerte segura. Por eso siempre es bueno entender el trasfondo a las cosas y no abrir juicio definitivo al instante, aunque muchas cosas, también es cierto, no tienen trasfondo alguno. Conversando con el dueño de esta perrita en cuestión, el cual tuvo la deferencia de comunicarse conmigo y contarme la historia de ella y, siendo él alguien que ayuda a animales que son tirados por otros “animales”, concluíamos en que el organismo que debería encargarse de eso existía como tal, pero es totalmente inoperante. Y mi pensamiento de que los que se ocupan, en este caso, de los perros maltratados son los que no tienen la obligación de hacerlo, quedaba confirmado. Están a la deriva, perros y muchos propietarios también, de la desidia e incompetencia de organismos y profesionales que muchas veces actúan de manera sorprendente. Como anécdota, fui esta semana a un hogar en el cual tenían un aparente problema con un perro agresivo, había mordido aparte de a otro perro, a su dueño en el entrevero. Contándome el propietario todos los comportamientos que había tenido previamente este perro e incluso algunos de los otros perros que ahí viven, llegué a la conclusión de que tenían unos perros dominantes por haberlos mal jerarquizados, en lunfardo, malcriados. Problema de relativa fácil solución ya que se trataba de aplicar límites y sacar privilegios y así ordenar la escala jerárquica. Toda esta conversación previa la hice sin ver al perro, pues prefiero no dejarme influenciar por su apariencia para no sentar prejuicio, pero la verdad que esperaba encontrarme con un perro de aspecto físico importante. Luego de terminar de enseñarles lo que deberían hacer fui a ver el perro, grande fue mi sorpresa al ver un perro que más que un dogo parecía un peluche. Y digo un dogo pues fue el tipo de perro que me imaginaba previamente, ya que, increíblemente, en la veterinaria que los atiende no paraban de recomendarle eutanasia para él. Es que la incapacidad de algunos “profesionales “ha llegado a tal punto que resulta inacreditable. Escuchar las cosas que me relataban que les había pasado con sus perros y quienes deberían velar por la salud de estos me dejó pasmado. Ver como pretenden sacarse un problema de encima debido a la incapacidad de saber manejarlo, me confirma una vez más que esto está realmente mal, y lo peor de todo, que no tiene miras de mejorar en absoluto.