miércoles 5 de febrero, 2025
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Recalcan importancia de estar atentos a señales de alarma e indicadores de riesgo

En los últimos dos meses del año se registraron más de 3 suicidios en nuestro departamento, y los casos de depresión o síntomas de afectación psicológica son muchos. CAMBIO entrevistó al Psicólogo Bruno D’Angelo, quien dio su visión al respecto sobre cómo poder afrontar los sentimientos que surgen en estas fechas.
ATENCIÓN A LAS SEÑALES DE ALARMA
D’Angelo dijo que los cierres de año a menudo nos tienden a empujar en algún momento hacia la reflexión de lo transitado en el año. Logros personales alcanzados, metas cumplidas, fracasos o situaciones difíciles que nos tocó atravesar se posicionan como las primeras que asoman en el horizonte de esa mirada reflexiva de quienes se lo permiten. Asimismo el cansancio acumulado durante el año y los gastos relacionados a las fiestas, también hacen de este momento un periodo que puede intensificar el malestar en personas vulnerables. Si bien no se evidencia una relación directa y universal entre el fin de año y un aumento inmediato de suicidios, es real que es un periodo donde se recalca la importancia de estar atentos a señales de alarma e indicadores de riesgo.
DOS REALIDADES
Además, destacó que las fiestas suelen centrarse en la familia y la amistad, y habitualmente vienen acompañadas de mensajes con un alto contenido emocional acerca de la importancia de estas en la vida, lo que suele generar un aumento temporal en las interacciones sociales. Donde, para muchas personas puede ser el único momento del año en el cual se permiten abrazar y hasta expresar palabras de cariño hacia sus seres queridos. Por otro lado, en otras muchísimas personas ese incremento temporal de las relaciones sociales durante las fiestas disminuye inmediatamente una vez que finalizan, junto con el apoyo social y la disponibilidad de recursos emocionales al enfrentar nuevamente sus sufrimientos cotidianos, con sentimientos de exclusión y desesperanza silenciosos.
SILENCIOS
Por otro lado, expresó que los silencios pueden no ser fácilmente perceptibles, por lo cual desde una mirada preventiva se torna fundamental la disposición y ayuda a la búsqueda de sentido de vida de quienes nos importan y quisiéramos ayudar. Para ello es inmensamente fructífero el fomentar su búsqueda de sentido, reforzar logros y validar emociones. De este mismo modo, será indispensable destinar tiempo de calidad, observando señales sutiles y hablando juzgar. Por otro lado, enseñar habilidades de afrontamiento colabora en la identificación de formas saludables de lidiar con el estrés y el sufrimiento. Es fundamental mantener una visión de la prevención no solo destinada a evitar el suicidio, sino a identificar que es lo que le da un propósito a nuestra vida, fortaleciendo una resiliencia emocional, ya que incluso en el sufrimiento y la adversidad es posible encontrar sentido.