Por Alexandra Ledesma
Socióloga y Educadora Sexual
En esta ocasión les presento una columna especial, una que busca derribar barreas y miedo, que aminora distancias.
Muchas veces escuchamos sugerencias de personas referidos a las relaciones de pareja a distancia y quizás hasta nos parecería difícil de entender cómo es posible sostener un vínculo así.
No voy a negarles que este tipo de vínculo trae consigo desafíos ya que implica sostener un lazo emocional, la confianza, y la conexión sin la presencia física del otro. Algo que además pone a prueba otro tanto de cosas, como la capacidad tanto comunicativa como de madurez emocional de la pareja.
La ausencia física puede generar sensaciones de vacío, de soledad, porque si en algo creo que muchos coincidimos es en que el contacto físico es una de las formas mas importantes de expresar amor y deseo por alguien. Pero no todo pasa por unicamente por este tipo de contacto, sino que es aquí donde las palabras y la forma en que las usamos, ganan terreno y juegan un rol protagonista.
La comunicación se vuelve puente, que une, que acerca.
Pero solo si esta comunicación es clara, constante y sincera es que cobra un valor especial, y aunque esto no sustituye la presencia, es posible sentirse muy cerca gracias a la tecnología, que nos permite también romper la barrera del tiempo no solo del espacio.
Una comunicación de calidad implica más que cantidad de mensajes o llamadas, sino dejar en el otro la sensación de que todo está bien aunque la soledad por momentos pese.
Algo que tampoco es menor, es la confianza, pilar fundamental de toda relación, y si a la receta del amor le sumamos el ingrediente de la distancia, confiar, se vuelve vital para mantener vivo el vinculo.
Mostrar inseguridad, miedos o desconfianza, solo daña la conexión entre ambos, y nos lleva a estar intranquilos y desconcentrados en nuestras rutinas.
Pero los inconvenientes pueden sortearse, siempre y cuando como pareja también existan proyectos y metas en común, eso que trae calma, que nos muestra que la distancia puede ser temporal y que todo es en pro de este propósito que es seguir caminando juntos.
Podría hacer una pequeña lista de aquello que puede servir en este tipo de relaciones, y la encabeza la comunicación asertiva, porque no existe comunicación real sin ella, hablar, contarse la rutina, o películas que hayan visto, todo se vuelve interesante cuando se extraña. Como les decía, fortalecer la confianza y ser más seguros de nosotros mismos para serlo con el otro, evitar celos excesivos y reforzar el compromiso asumido con mi pareja. Trazar un proyecto, un futuro donde se vean ambos.
Y no, en definitiva la distancia no es tan mala, también enseña, nos muestra otra cara de la relación, que no es inercia por la presencia, sino que está construida desde la consciencia y la madurez. Nos permite extrañar sin dejarnos de lado, nos muestra que seguimos siendo nosotros con nuestras rutinas y que también están los reencuentros.
Porque es así como funciona, es así que se sostiene y es así que puede crecer. No todos los vínculos sobreviven a la distancia pero aquellos que si, salen fortalecidos, más libres, más sólidos, menos idealizados.